La polémica por el retiro de dos mil gendarmes nacionales de Rosario no cesa. “Nos hemos quedado el tiempo necesario para que el gobernador (Antonio Bonfatti) intente generar una nueva policía” santafesina, remarcó ayer el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni. El funcionario llegó el lunes a esa ciudad santafesina para dar por concluido el Operativo Rosario luego de ocho meses, aunque todavía permanecerán unos 600 agentes federales.

Allí, Berni cargó contra el ex gobernador y candidato presidencial del FA-Unen, Hermes Binner: “Binner en su momento no quiso atender el problema, quiso seguir apostando a la autogestión de la policía y esa política terminó en todo esto, que Santa Fe hoy tenga los índices delictivos más altos del país”, disparó. “Nosotros trabajamos en función de la ley y la Constitución y Berni no puede decir que no lo hacemos. Lo hacemos poniendo el pecho”, replicó Binner tras la acusación. “Me parece una vergüenza lo que dijo Berni. Quiso utilizar un acto institucional para hacer política partidaria”, sumó la intendenta rosarina, Mónica Fein.

Berni también volvió a diferenciar la actitud del gobernador Bonfatti de su predecesor: “Entendió que necesitaba un tiempo prudencial para reclutar dos mil agentes, entrenarlos, capacitarlos, para tenerlos en la calle”, dijo, para luego afirmar que la Nación decidió extender la presencia en la provincia para “absorber la responsabilidad de la seguridad ciudadana” hasta el 1º de diciembre, que se prorrogó hasta fin de año.

Aunque después no quiso alimentar más la discusión, cuando lo consultaron por el desplazamiento del flamante jefe de la Unidad Regional 1 de la policía santafesina, Juan Pablo Garro, denunciado por conductas antisemitas que no fueron evaluadas a la hora de su designación por el poder político provincial, Berni puntualizó que la Constitución otorga a cada uno de los gobernadores “la potestad y la soberanía para nombrar al jefe policial que le parezca” y “entienda que es el mejor jefe de policía para ese lugar”. Una forma de ratificar que la seguridad en las provincias depende de sus gobernantes, como lo hizo el lunes en Rosario.

Las réplicas también se sucedieron ayer, aunque Binner lo hizo fiel a su estilo: “El país necesita una policía normalizada, trabajando en forma común, no haciendo críticas al vecino porque eso no construye”, dijo en respuesta a los cuestionamientos. “La Justicia de Santa Fe está mejorando y por eso el jefe de policía que generó tantos problemas –en referencia al ex comisario Hugo Tognoli, al que Binner promovió y ahora está procesado e investigado por narcotráfico– sigue detenido, ésa es la respuesta clara que damos desde Santa Fe”. Fein fue más visceral: “Si dice que Rosario tiene cinco veces más delitos que otras ciudades, le preguntaría por qué se llevó a la Gendarmería. ¿Por qué no la dejó en la ciudad?”, sostuvo, visiblemente molesta con Berni.