“Todo lo que hace Clarín tiene la intencionalidad de perjudicar la gobernabilidad de Argentina”, aseguró el canciller Héctor Timerman respecto de la denuncia que lo alcanza a él y a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por supuesto encubrimiento de los acusados iraníes de haber volado la sede de la AMIA. El ministro de Relaciones Exteriores dijo que ese diario “manipula información”, luego de que publicara un cable de la agencia estatal iraní IRNA que en marzo de 2013 sostenía que la firma del memorándum tendría como consecuencia la caída de los alertas rojos de Interpol sobre los involucrados.

Para Timerman, esa publicación “es una nueva muestra de cómo Clarín manipula la información”, porque publica “un cable de 2013 que anuncia algo que la propia realidad demuestra que no ocurrió y que no podía ocurrir”, ya que “el reglamento de Interpol” establece que “sólo el juez de la causa puede solicitar que se emitan las famosas alertas rojas así como su cancelación”, por lo que “el Poder Ejecutivo no tiene potestad para solicitar acciones de Interpol ni para negociar medidas de Interpol con otro país”, sino que tiene como obligación “informar cualquier novedad” en los temas que se investigan, como efectivamente hizo el gobierno argentino.

Consultado sobre si ve una intencionalidad por parte del diario en publicar esa noticia vieja que nunca tuvo lugar, el canciller aseguró que “todo lo que hace Clarín tiene la intencionalidad de perjudicar la gobernabilidad de Argentina” y que, antes de publicar una nota así, deberían “leer el reglamento de Interpol y luego llamar a Interpol para obtener las respuestas de las fuentes oficiales de dicho organismo”. En vez de eso, “pretenden armar una supuesta noticia de actualidad usando un cable de una agencia iraní publicado en marzo de 2013”, algo que resulta “poco serio hasta para un caluroso sábado de enero”.

Timerman, junto con Cristina Fernández de Kirchner y el diputado Andrés Larroque son los miembros del gobierno nacional acusados por el fallecido fiscal Alberto Nisman de haber montado una trama para garantizar la impunidad de los sospechosos iraníes a cambio de realizar intercambios comerciales entre Irán y Argentina. El cable de la agencia iraní mostraba las intenciones del gobierno de ese país, pero no las del Estado argentino, que había comunicado a Interpol que no quería que se levantaran las cautelares rojas de los acusados en la causa AMIA.