”Hay sectores de Inteligencia que están vinculados a sectores de la Justicia y a sectores mediáticos que tienen una posición corporativa y condicionante de la dirigencia política”, señaló el presidente de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez, al dialogar con Página/12 acerca de la denuncia del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y la posterior muerte de Nisman. “Tienen mucho que ver los cambios que ordenó la Presidenta (en la Secretaría de Inteligencia), que apuntan a ir a fondo. Estamos ante un hecho que constituye un verdadero comportamiento mafioso y lo pueden llevar adelante sectores que se sienten que están impunes ante la ley”, agregó el diputado, haciendo eje en la interna de la SI como factor determinante del caso.

–El escenario político saltó por los aires entre la denuncia y la noticia de la muerte de Nisman...

–Esto se lo hicieron a la Presidenta, estamos absolutamente convencidos, porque no hay sustento jurídico en la denuncia. Y queremos y necesitamos la explicación de la muerte del fiscal. Esto que pasa fue armado por sectores que en lo único que piensan es en generar inestabilidad e incertidumbre en la sociedad. Por supuesto que antes de discutir cualquier cosa queremos que se esclarezca la muerte de Nisman, y que la voz que sea escuchada sea la voz de la señora fiscal, porque sólo eso va a dar tranquilidad.

–Usted plantea que todo fue armado contra la Presidenta. ¿A quién se refiere?

–Hay sectores de la Secretaría de Inteligencia que están vinculados a sectores de la Justicia y a sectores mediáticos que tienen una posición corporativa y condicionante de la dirigencia política. Tan es así que la tarea de la inteligencia nacional es juntar pruebas, aunar información, procesarla y evaluarla para la toma de decisión de la defensa de los intereses de la seguridad nacional, y esto lo han aprovechado para armar una causa en contra de la Presidenta de la República y en contra del canciller. La contrainteligencia, que es la tarea de juntar esas pruebas para que la Argentina no vea comprometida su seguridad nacional, fue utilizada para acusar a la Presidenta de encubrimiento. Estamos ante un hecho que constituye un verdadero comportamiento mafioso y lo pueden llevar adelante sectores que sienten que están impunes ante la ley.

–Usted habla de la vinculación estrecha entre Inteligencia y Justicia, dos sectores a los que les ha costado ajustarse a los 30 años de democracia...

–Son sectores que pretenden condicionar las decisiones en la Argentina de un gobierno que ha decidido ser fiel a la mayoría del pueblo y no a los sectores corporativos. Y lo que se ha puesto en crisis es la representación, quién la ejerce: los políticos de rodillas ante los intereses mediáticos, judiciales, económicos y de un sector de la Inteligencia, o la ejercemos con la frente amplia, mirando a los ojos del pueblo y decidiendo lo que es más conveniente para la mayoría de los argentinos y para la construcción de una sociedad con igualdad de oportunidades. No puede ser bajo ningún punto de vista que sobre quien ha puesto todo su empeño en que se esclarezca la causa AMIA y que ha hecho de la memoria, de la verdad y la justicia uno de sus pilares de política pública, hoy nos quieran hacer creer lo que plantea esa denuncia. Es una burla a la sociedad. Buscan erosionar el poder y la gobernabilidad de quien conduce el país.

–¿Los cambios que se realizaron en la SI en diciembre tienen vinculación con la denuncia de Nisman?

–Tienen mucho que ver los cambios que ordenó la Presidenta, que tienen que ver con ir a fondo. Poner luz en un lugar que tenía mucha oscuridad.

–Ya no hay vuelta atrás...

–Los sectores judiciales que tienen acceso a la información y a la Inteligencia, porque los autoriza la ley, utilizaron todo esto para armar una acusación de encubrimiento contra la Presidenta. Es el reino del revés, atenta contra cualquier sentido común. Esto forma parte de la lucha por democratizar los poderes en la Argentina.