El Departamento de Justicia de Estados Unidos presiona a un conjunto de grandes bancos de ese país para que reconozcan su responsabilidad en la manipulación del precio de monedas extranjeras, según informaron ayer medios especializados de Nueva York. Los bancos británicos Barclays y Royal Bank of Scotland, al igual que los norteamericanos JP Morgan Chase y Citigroup, habrían sido los que recibieron el reclamo de las autoridades para que admitan haber incurrido en las maniobras denunciadas.

En noviembre del año pasado un primer capítulo del caso se cerró con la imposición de una multa de 4250 millones de dólares a un grupo de entidades, entre las que figuraban, además de las mencionadas, UBS y HSBC. En Estados Unidos es posible saldar muchos litigios iniciados por los poderes públicos con un acuerdo amistoso, donde las empresas llegan a pagar sumas significativas para evitar ir a juicio. El objetivo de las autoridades es lograr que admitan públicamente que diseñaron plataformas financieras que subían artificialmente el precio de las divisas vendidas a sus clientes ampliando la rentabilidad para los bancos.