Macri junto a los macristas Baldassi, Felippa y Lábaque, además de sus nuevos socios, Juez y Aguad.
Imagen: DyN.

Mauricio Macri viajó a Córdoba y anunció un candidato propio a la gobernación: se trata del dirigente local de la UIA Ercole Felippa. “Seguimos abiertos al diálogo, pero no hemos podido avanzar, y han pasado varios meses de conversaciones”, se quejó el jefe de Gobierno sobre las discusiones con el radical Ramón Mestre que giran en torno de la metodología para resolver la candidatura. Mientras el PRO avanza con la idea de definir al postulante por encuestas, Mestre ensaya una interna entre los partidos. Tanto los radicales como Luis Juez tomaron la visita de Macri como lo que fue: una forma de apretarles las clavijas para llegar a una definición en las próximas semanas. Juez aprovechó para asestarle otro golpe a Mestre: “De la Sota lo hace jugar a Mestre como un candidato tapón: tapona la posibilidad de que la oposición se una en Córdoba”.

Los negociadores del PRO se ocuparon de aclarar ayer que no se trató de una ruptura del acuerdo con los radicales sino más bien de un paso más en el tira y afloje de las negociaciones. Lo cierto es que Macri desembarcó en Córdoba y señaló que “no se ha podido avanzar” en definir con la UCR cómo se resolverá quién es el candidato.

Macri presentó como candidato del PRO al empresario industrial Felippa, de quien destacó “la capacidad de emprender en Córdoba, como parte de la gente que se ha comprometido en generar trabajo para los cordobeses”. “He decidido aceptar el ofrecimiento de Mauricio Macri para sumarme a su espacio. Lo hago sin dejar mi pertenencia radical, porque ésos son mis orígenes”, sostuvo Felippa.

“Si hay un mecanismo para poder dirimir en un frente más amplio un único candidato lo vamos a explorar. Hasta ahora, no se pudo hacer”, remarcó Macri, a quien sólo le faltó guiñar un ojo cuando lo decía. Sus negociadores vienen insistiendo con la opción de dirimir por encuestas al candidato. Mestre primero aceptó esa posibilidad, pero luego dio marcha atrás. Ahora insiste con la alternativa de una interna, que debería ser organizada contrarreloj por los partidos, dado que no existe el mecanismo de primarias abiertas en Córdoba. Los macristas señalaron que se tomarán unos días para evaluar la factibilidad de las internas, pero dejaron entrever que es algo de difícil realización.

“Yo siempre estoy abierto a dialogar –sostuvo Macri–. Si de todo eso surge algo, lo haremos, y si no nosotros ya hemos marcado nuestra agenda de trabajo.” En las fotos, Macri se mostró con Juez y con Oscar Aguad, pero en el avión de vuelta se sentó con Mestre, con el que las negociaciones continúan. El otro punto conflictivo es la figura de Aguad, a quien Macri imagina como el candidato más potable de la UCR. Mestre, en cambio, no acepta la posibilidad de cederle el lugar. En el PRO, indican que no piensan lo mismo Mario Negri, Juan Jure o Eduardo Angeloz.

Entre los anuncios de ayer, Macri sumó otro para ajustarle las tuercas a Mestre: nombró a un candidato a intendente que intervendrá en la disputa por la sucesión del radical. Se trata del vicepresidente del club Atenas, Felipe Lábaque. Ninguno de los candidatos elegidos por Macri ranquea en los primeros lugares en las encuestas, por lo que sus aliados interpretaron su iniciativa como parte de la negociación en curso.

“Cada uno puede proponer su candidato. Mi espacio me definió como candidato a gobernador. Macri definió el propio. El radicalismo no pudo definir aún. Hasta ahora, la mayor dificultad la presenta Mestre, que tiene el manejo partidario. Sigue insistiendo con su candidatura, aunque tiene una imagen pésima de gestión y personal”, remarcó Luis Juez ante Página/12. “La idea es trabajar una interna, pero si los tiempos no alcanzan está claro que el tema de las encuestas no es desdeñable –destacó Juez–, Macri planteó llegar con el candidato mejor posicionado y tomar una definición después de Pascuas.”