La defensa del canciller Héctor Timerman recusó ayer al fiscal general Germán Moldes para que no intervenga en la denuncia que realizó Alberto Nisman, porque considera que está “dese-quilibrado” y tiene una “cuestionada determinación de promover un forum shopping de fiscales” para elegir al que debe actuar en la causa en la instancia de la Cámara de Casación.

“El fiscal recurrido se encuentra desequilibrado por algún interés personal en el asunto, que mina la neutralidad o impersonalidad con la que debería desempeñarse, y su militancia en este caso trasciende el interés del Ministerio Público”, sostuvieron los abogados Alejandro Rúa y Graciana Peñafort en el pedido de recusación.

El planteo fue hecho ante la Sala I de la Cámara Federal, que la semana pasada confirmó la desestimación de la denuncia de Nisman y ya rechazó una primera recusación contra Moldes. Pero luego de la decisión de la Cámara, el fiscal general dijo públicamente que iba a apelar rápidamente el fallo para evitar que el caso le toque a un fiscal de la agrupación Justicia Legítima. “No quiero caer en esta maniobra de ingeniería judicial y que me esté esperando un fiscal militante”, sostuvo Moldes la semana pasada.

El fiscal de Casación que intervenga tendrá un rol importante porque debe mantener la apelación, o caso contrario la causa quedará cerrada. La defensa de Timerman señaló que Moldes “confesó su voluntad de actuar de un modo determinado, con la pretensión de influir en la designación que corresponda del fiscal que en esa Alzada debería conocer a propósito del recurso que anunciaba presentar”. El propio Javier De Luca, que es el fiscal aludido por Moldes, contestó que la intención del fiscal de Cámara es hacer “forum shopping de fiscales”.