Mauricio Macri volvió a cruzar a Gabriela Michetti en público, esta vez por el rol del gobierno porteño ante el juego de azar. La senadora PRO señaló que, si ella llega a jefa de Gobierno, buscará achicar el negocio. “Lo de hoy es un disparate, estoy absolutamente en contra”, advirtió. El jefe de Gobierno, quien ya manifestó su preferencia por Horacio Rodríguez Larreta en la interna del PRO, salió a responderle: “Hemos puesto límites al juego desde el primer día. Más no se podría haber hecho”. Además, Macri intentó poner orden en la disputa de los dos precandidatos de su partido y les pidió que dejen de usar su imagen en las publicidades en la vía pública.

La política del PRO hacia el juego ha sido oscilante, como cuando en 2008 el entonces arzobispo Jorge Bergoglio frustró un supuesto acuerdo con el gobierno nacional que habría beneficiado al empresario Cristóbal López. La entonces vicejefa Gabriela Michetti jugó fuerte contra el acuerdo.

Según el libro El poder del juego, de los periodistas Federico Poore y Ramón Indart, Macri tiene contactos con Cristóbal López a través de su socio Federico de Achával, quien es íntimo de Nicolás Caputto, el asesor en las sombras del jefe de Gobierno. A fines de 2013, el escándalo volvió con una iniciativa del PRO en la Legislatura por la que se le habrían condonado cerca de dos mil millones de pesos en Ingresos Brutos a López. Macri y sus funcionarios debieron deshacerse en explicaciones de que no era así, y que beneficiaba a la Ciudad. Tanto la Iglesia como parte de la oposición acusaron a Macri de no tener voluntad política para reclamar lo que le corresponde al Estado porteño. En la discusión, tampoco ayudó que uno de los hombres de mayor confianza de Macri sea el empresario del juego Daniel Angelici.

La política con el juego es, entonces, un tema espinoso para el PRO, sobre el que Michetti se explayó en un reportaje al periódico Perfil. “Hay que poner absoluta restricción al juego –remarcó Michetti–. Si tenemos posibilidad de ponerle un coto para que sea un entretenimiento mínimo, como era en los ’60... porque si se prohíbe totalmente, se va al juego clandestino. Lo de hoy es un disparate, estoy absolutamente en contra.” Cuando le preguntaron por el aval del PRO al convenio del juego, Michetti respondió: “Lo hablamos mucho con Mauricio y el problema que él tiene es que no puede hacerlo solo. Lo tiene que hacer toda la sociedad, la Iglesia, las ONG. Es un tema muy grave”. Por otra parte, Michetti destacó: “No tengo idea de cuál es la visión de Horacio (Rodríguez Larreta). No lo conozco a Cristóbal López”. Michetti aludió así al rumor de que Larreta y López tienen un entendimiento.

Macri salió con los tapones de punta: “Hemos puesto límites al juego desde el primer día. Lotería Nacional define lo que hace el juego. Somos acompañantes con una bajísima capacidad de acción”, contestó. “Ahora han intentado ampliar los bingos y lo hemos rechazado. Estos límites los vamos a poner en práctica cuando lleguemos al gobierno nacional. Desde donde estamos, pusimos todo lo que hemos podido”, se excusó.

En el entorno de Michetti destacaron que ella no buscó confrontar con Macri y responsabilizaron a Larreta por intentar presentarla como la que quiere romper el PRO. Sin embargo, Macri no parece tener problema en funcionar como el ariete de una candidata a la que considera díscola.

El líder del PRO intentó poner orden en la interna y les reclamó a los dos candidatos a sucederlo que dejen de usar su imagen en las publicidades en la vía pública. “He pedido, ya hace tiempo, que no se puede usar, que ninguno use mi foto, ni nada en campaña”, se mostró fastidiado el aún procesado jefe de Gobierno. “No deberían existir ese tipo de carteles”, reclamó Macri, quien pidió “que ellos diriman su forma y su idea de cara al futuro”.

Desde la oposición porteña –en especial, ECO– aprovecharon la discusión para cuestionar una vez más al PRO. “Me alegro de que Michetti haya recuperado la memoria”, se coló en la discusión Martín Lousteau. “El convenio del juego entre la Ciudad y López fue firmado por Larreta, avalado por Macri y defendido por el PRO, incluidos los michettistas”, sostuvo Fernando Sánchez, compañero de fórmula de Lousteau.