La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a hablar de su futuro político: “Yo espero que no me necesiten en 2019, porque significa que después de mí va a venir alguien que hizo mejor las cosas y no me van a necesitar, ni a mí ni a nadie, ese es el país que yo quiero”, manifestó ayer durante una videoconferencia con la localidad jujeña de Palpalá, en respuesta a un comentario del titular de la Sedronar, Juan Carlos Molina, respecto de su eventual regreso a la Casa Rosada, dentro de cuatro años. Además, la mandataria anunció inversiones en el área automotriz y mejoras orientadas a los jubilados. Respecto de las inversiones anunciadas por Nissan y Renault (ver página5), dijo que “después de todas las cosas que han hecho para voltear al Gobierno, desde corridas bancarias hasta lockouts patronales, cuando vemos que extranjeros que conocen el mundo deciden invertir en tu país, no seamos tontos, no escuchemos los cantos de sirena”, y remató: “Cuidemos lo logrado y vayamos por más”.

La alusión de la jefa de Estado a su posible retorno en 2019 fue en respuesta a una broma que le hizo Molina sobre una futura videoconferencia que tendrían entonces, en referencia a las elecciones nacionales en las que CFK podría regresar a la Presidencia. “Yo espero que no, lo de 2019, ¿sabés por qué?”, lo interrumpió. “Porque significa que después de mí va a venir alguien que va a seguir haciendo más y mejor las cosas y por lo tanto no me van a necesitar, ni a mí ni a nadie en el 2019. Ese es el país que yo quiero. Que las cosas se sigan haciendo bien porque es la única manera de cambiar estructural y culturalmente un país”, dijo la Presidenta.

De esta manera, Fernández de Kirchner volvió a referirse a qué le depara su futuro luego de que el 10 de diciembre entregue la banda y el bastón presidencial, algo que hasta hace algunas semanas nunca había hecho. En su discurso ante la Asamblea Legislativa, el 1º de marzo de este año, hizo una broma sobre volver a ser parlamentaria que muchos interpretaron como la señal de que no cierra la puerta a esa posibilidad. Unos días antes, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, se había referido a esa ceremonia de apertura de sesiones ordinarias del Poder Legislativo como la última “por ahora, nunca se sabe cuándo uno se encuentra de vuelta en la vida y menos en la política, nunca digas nunca, ese es el refrán, ni nada es para siempre”.

En el Gobierno evitan hacer hermenéutica del comentario presidencial. “No fue algo premeditado sino una respuesta a lo que dijo” Molina, explican, respecto de su frase de ayer. Sin embargo, señalan que aunque en una primera lectura la Presidenta parece rechazar la posibilidad de un regreso, “la verdad que lo que está diciendo, sin decirlo, es que si llegara a ser necesario, ella podría asumir ese desafío”. “Dice que si el próximo gobierno no hace las cosas bien, ella, aunque preferiría hacer otra cosa, podría tomar el compromiso militante y volver a ocupar el lugar que le designó el pueblo”, explican en Casa Rosada.

Más tarde, durante su discurso por cadena nacional, la mandataria dijo cosas que sonaron a un consejo para quienes aspiran a sucederla. Allí aseguró que todos deben comprender “el inmenso esfuerzo y la inmensa gestión que tiene que llevar un gobierno adelante para lograr el delicadísimo equilibrio social”, que consiste en que “todos los sectores, desde los que menos tienen a los que más tienen, puedan seguir trabajando en paz, en armonía”.

Pero además, la mandataria, en conciliador tono de campaña, aseguró que “mantener el equilibrio” no significa necesariamente “como muchos creen, afectar intereses”, porque “la inmensa mayoría de los que siempre tuvieron, al contrario, cada vez tienen más”, en lugar de verse perjudicados por la redistribución y la transferencia de recursos hacia sectores más desprotegidos.

Además, agregó, “en muchos países y en muchos tramos de la historia, cuando los que tienen muchas cosas tienen demasiadas y hay cada vez más gente que tiene menos, esos que cada vez son más y tienen menos por ahí un día te quieren sacar las cosas que tenés vos”. En cambio, prosiguió, “un Estado que equilibra, un Estado que da equidad, también te da seguridad a vos, a vos que tenés mucha plata, para que a nadie se le ocurra que cuando se junten muchos piensen en sacarte algo porque vos tenés demasiado”. El garante de la paz y la tranquilidad en una sociedad es el Estado “dando equidad y justicia social”, sostuvo CFK.

“Tienen que darse cuenta de que es necesario mantener el equilibrio. No sean estúpidos, ojalá que la gente tenga siempre una jubilación, porque si volvemos al país donde nadie tenía una jubilación, donde finalmente terminó explotando por deuda externa, por malos gobiernos, por descuentos, por cosas, les llega a todos, les termina llegando a todos de una manera u otra”, agregó respecto de las críticas que despertó la segunda moratoria en un editorial del diario La Nación (ver aparte). “Mantener el equilibrio no es únicamente de sensibilidad social, es ser inteligente, querer al país y además tener una visión estratégica de adónde debe ir la Argentina”, concluyó la mandataria.