La Unidad Fiscal AMIA citó al ex jefe de Operaciones de la SIDE Antonio Jaime Stiuso, para el próximo jueves 23 a las 10 horas. El objetivo es preguntarle sobre sus aportes en la investigación del atentado durante los últimos diez años y, sobre todo, respecto del entrecruzamiento de llamadas de la época del ataque contra la mutual judía. En marzo, Stiuso fue citado por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para que informe sobre ese entrecruzamiento, pero no se lo pudo notificar porque ninguno de los domicilios que dio oficialmente resultó válido. Ahora, la UFI-AMIA le pidió a la Policía Federal que lo ubique y, según trascendió, la idea es que aporte los elementos que se están buscando o explique qué sucedió con ese estudio y otros trabajos de la causa AMIA. Si Stiuso no aparece, si no se comunica con la UFI-AMIA, los fiscales tendrán que decidir si lo convocan o no por la fuerza pública o si se emite un exhorto a algún país en el que se encuentre.

Tras la muerte del fiscal Alberto Nisman, la UFI-AMIA quedó a cargo de un equipo de tres fiscales –Patricio Sabadini, Sabrina Namer y Roberto Salum–, actuando Juan Murray como coordinador. Uno de los primeros trabajos fue revisar lo hecho hasta ahora y, en esa materia, los nuevos fiscales se encontraron con un intercambio de escritos entre Nisman y Stiuso sobre el entrecruzamiento de llamadas internacionales entre 1991 y 1996. El estudio buscaba detectar comunicaciones extrañas, poco habituales, de la época del atentado. Pero lo curioso es que Nisman le preguntaba a Stiuso por el entrecruzamiento y éste le decía que ya lo tenía casi terminado en 2007. Aun así, el intercambio de escritos siguió hasta este mismo año y en la AFI no encontraron ningún rastro de que el trabajo se haya hecho. Un detalle no menor es que el tono de los intercambios entre Nisman y Stiuso cambió después de la firma del Memorándum, en 2013: los textos se tornaron más formales, se volvieron más elogiosos entre ellos y resulta inexplicable que el minué continuara hasta 2015. Parecían escritos destinados a justificarse, más que a pedir y contestar sobre el entrecruzamiento. Hay algún escrito de Nisman que ni siquiera parece haber sido redactado por él o su equipo y en el último intercambio Stiuso ofreció informarle personalmente, en forma oral, no por escrito.

En la UFI-AMIA quieren retomar esa convocatoria: que se presente a dar explicaciones. Por supuesto que el obstáculo más serio es la notificación. La ex SIDE lo citó sin éxito en las direcciones que dio en forma oficial. En tres de los domicilios dijeron que no lo conocían, en el estudio de su abogado afirmaron que no había constituido domicilio allí de manera que no recibieron la citación, y la dirección que dio en la prepaga resultó corresponder a una empresa de la que Stiuso es parte, American Tape, y por la que se lo investiga por enriquecimiento ilícito. Al final, el abogado del ex agente, Santiago Blanco Bermúdez, se presentó en la AFI y dijo que su cliente está en el exterior por lo que dejó una vaga promesa de que si llama, le informará. Todo parece poco creíble en los tiempos de la súper comunicación.

Los integrantes de la UFI-AMIA notificarán otra vez a Stiuso en sus domicilios oficiales, que por la Ley de Inteligencia son obligatorios, y también cursó un escrito a la Policía Federal para que lo ubique. Todo indica que si el ex jefe de Operaciones no se presenta, lo mandarán a buscar por la fuerza pública. Stiuso es, además, testigo en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA, que empieza en agosto y está imputado en una causa que instruye el juez Rodolfo Canicoba Corral. Tarde o temprano, la búsqueda podría derivar en una orden de captura internacional.

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