Vie 24.04.2015

EL PAíS  › CRISTINA KIRCHNER DIJO QUE NO TENIA UN CANDIDATO PREFERIDO PARA LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

“Favoritos y favoritas tenían los reyes”

En una entrevista de un medio ruso, la Presidenta destacó la importancia de los acuerdos firmados ayer con Putin y del vínculo entre Argentina y Rusia. Además, habló sobre las elecciones presidenciales y dio algunas pistas sobre su futuro.

La presidenta Cristina Kirchner dio una entrevista televisiva como última actividad en Moscú.

Cumplida la agenda oficial, la presidenta Cristina Kirchner le dio una entrevista al canal RT en español en la que habló de la importancia que le daba al encuentro con Vladimir Putin y de sus coincidencias a nivel internacional. Pero también fue consultada por las elecciones presidenciales, donde dijo que no tiene favoritos porque “eso es de la monarquía”, y aunque no se explayó acerca de sus planes para después de diciembre se quejó porque la querrían mandar a cuidar sus nietos. Aquí va un extracto de la entrevista:

–A 130 años del establecimiento de las relaciones con Rusia, ¿qué sensaciones se lleva de esta visita luego de estar con el presidente Putin?

–La certeza de que la relación ruso-argentina, argentino-rusa sigue profundizándose y hace honor a estos 130 años. Hoy hemos firmado 11 convenios, entre ellos la construcción de la represa Chihuido. Rusia tiene una larga tradición en Argentina en materia de construcción, de provisión de turbinas hidroeléctricas, más de 4300 megavatios del total del parque energético argentino son de origen ruso. Pero hoy dimos un salto cualitativo, en el campo energético también, al firmar dos acuerdos referidos a lo que puede ser la construcción de la sexta central nuclear argentina. Argentina es el país latinoamericano con mayor expertise en materia de energía nuclear. Nosotros construimos, diseñamos y vendemos reactores nucleares. Además, convenios culturales, convenios que también tienen que ver con la asociación entre Gazprom e YPF, nuestra recuperada línea energética de bandera, que nosotros hemos recuperado con Gazprom, que también va a abarcar la cooperación en lo que es el segundo yacimiento de gas no convencional en el mundo, que lo tenemos en Argentina y el cuarto no convencional de petróleo, también en Argentina. Son 11 acuerdos, y la declaración del acuerdo estratégico integral que hemos firmado el presidente Putin y yo, y que abarca todo esto en términos políticos también. Que tiene que ver no solamente con la relación bilateral, sino cómo enfrentar hoy los problemas que tiene el mundo y la visión que tenemos acerca de la multilateralidad del rol de Naciones Unidas, de la no injerencia de países en los asuntos internos de otros países, del tradicional y valorado apoyo de Rusia a la cuestión de Malvinas. También nosotros hemos apoyado la resolución 2202 del 17 de febrero del 2015 referente a los acuerdos de Minsk en la cuestión de Ucrania. Y también, por supuesto, el tradicional apoyo en la lucha contra los fondos buitre.

–Usted hacía mención en Panamá, cuestionaba que Venezuela pudiera ser tomada como una amenaza por los Estados Unidos, también cuestionaba este pretendido aumento de defensa de Inglaterra utilizando la relación entre Rusia y Argentina para plantear que podría también ser una amenaza con Malvinas. ¿Es una casualidad esto o puede ser por el acercamiento a Rusia de países de la región?

–No. En política no hay casualidades. En política hay estrategias, geopolítica, intereses, todo ello se entremezcla y entonces produce determinadas acciones por parte de determinados países. En este caso el Reino Unido, que de las 17 colonias que quedan en el mundo, 10 siguen perteneciendo al Reino Unido. Creo que fue un ejercicio de estrategia global de comunicación y electoral por estar próximo David Cameron a tener elecciones. Entonces quiso asustar a los chicos como cuando eras chiquito: “Nene, tomá la sopa porque si no vienen los comunistas”. Esto ya es un mundo totalmente superado, me parece que hoy se tiene más miedo a aquellos que quieren meter miedo con otros que a lo que tradicionalmente era. Quedaron atrapados en una lógica binaria, una lógica donde siempre hay que tener un enemigo para poder existir o para poder dominar. Por eso, hoy, con el presidente Putin, hemos firmado esta declaración donde sostenemos al diálogo, a la política, a la diplomacia, a la multilateralidad, y a la ONU como el único camino para suspender y fundamentalmente resolver los conflictos. Como decía el otro día en la Cumbre de las Américas, nadie puede, con sentido común, creer que ningún país de la región latinoamericana pueda constituir una amenaza para la primera potencia del mundo en términos militares, científicos y demás. Además creo que debemos admitir un mundo de nuevos actores, multipolar, que ha surgido. Rusia es un actor a nivel global, a nivel mundial, insoslayable, y no veo por qué no podemos tener relaciones con él. De hecho, el segundo inversor en mi país es Estados Unidos. De las 500 empresas más importantes de EE.UU., 100 están radicadas en la Argentina. Realmente plantear a Rusia como un peligro, me parece absurdo.

–¿Y las resistencias internas, Presidenta?

–Siempre hay resistencias internas, pero muchas veces también obedecen a posicionamientos electorales. En otros casos también a que hay gente que ha quedado atrapada en el viejo mundo, donde se miraba a un solo lado. Y la verdad es que hoy no podés mirar a un solo lado. No podés dejar de mirar al Norte, obviamente, ni desconocer qué es Estados Unidos y el peso específico que este país tiene en la gobernanza global. Tampoco podés obviar que existe la República Popular China, que existe la Federación de Rusia, que surgió el Sudeste asiático, que existe India, y que necesitás vincularte comercial y políticamente con todos. Que ya nadie puede reclamar el monopolio de las relaciones, ¿qué es esto de monopolizar?

–Su gobierno ha sido cuestionado con mucha vehemencia en estos años, ¿cree que tiene que ver eso del rol de la mujer en el poder de ser la primera presidenta electa de la República Argentina? ¿Cuánto hay de eso y cuánto hay de los intereses que se han tocado en la Argentina?

–Es un mix, es un mix perfecto. A ver, si fuera mujer y hubiera hecho lo que los sectores de poder quieren, seguramente me hubieran alabado, hubieran dicho: “Qué mujer tan inteligente y capaz”. Como además de ser mujer, no hago lo que ellos quieren, entonces, obviamente es un doble pecado. Sí, el componente misógino en el tema de la política todavía está. Pero tiene que ver más con los intereses o con el proyecto político, social, económico y cultural que uno representa. Porque si uno, de repente, llega a gobernar Disneyland, seguramente que lo quieren todos, porque está Mickey, el Pato Donald. No hay conflictos en Disneyworld. Ahora, si te tocó gobernar un país como la Argentina, como le tocó a Néstor Kirchner en el 2003, con un 25 por ciento de su ocupación, con una deuda del 160 por ciento de su PBI, con demandas sociales, con 54 de pobreza y demás... Obviamente. Si además, cuando comenzás a superar eso, comenzás con un proceso de redistribución de la riqueza para impulsar el crecimiento del país, seguramente vas a despertar algunas opiniones contrarias.

–Presidenta, está transcurriendo ya el último año de su segundo mandato. Empieza ya el proceso electoral en Argentina, ¿cómo lo está viviendo?

–Lo estoy viviendo primero con el orgullo de haber sido la autora, luego de fracasos que tuve siendo legisladora cuando quise legislar para que en mi país se diera un sistema de democratización de los partidos políticos donde hubiera internas abiertas, primarias, vinculantes y obligatorias, de modo tal que los aparatos partidarios no fueran los que decidieron los candidatos, sino que la sociedad decidiera quiénes eran los candidatos.

–Le preguntaría si tiene algún favorito entre los candidatos, pero supongo que no me lo va a contestar.

–Favoritos tenían los reyes, y favoritas. No, no, no, no, no. Eso es de la monarquía. Eso no es de la democracia. Favoritos y favoritas eran las monarquías.

–Hablaba de esta reforma del sistema electoral en la Argentina. ¿Una de las cuentas pendientes, quizá, por lo menos por ahora, es la de la reforma de la Justicia, que finalmente no se dio?

–Es una deuda pendiente de la Argentina, la reforma de la Justicia. Es algo que demanda la sociedad: la democratización de la Justicia. Además está visto en las encuestas, en la percepción que la gente tiene acerca de que la Justicia no llega a los poderosos, la Justicia es lenta. Nosotros queríamos contribuir a que por lo menos en el organismo que califica la conducta de los jueces, tuviera participación el pueblo. No el poder político, sino el pueblo eligiendo a los representantes. Entre otras reformas que proponíamos. Realmente todo esto no pudo ser llevado a cabo, pero más temprano que tarde la reforma de la Justicia va a ser abordada.

–¿Cómo se imagina después del 10 de diciembre de este año, cuando entregue el mandato? ¿En qué lugar? ¿Se imagina más cerca de la familia, más cerca de los nietos?

–¿Qué querés, llevarme a casa a cuidar de los nietos, vos?

–No. Es una pregunta de cómo se visualiza usted personalmente, más allá de cómo la ven.

–Es una pregunta muy curiosa que te hacen siempre. Yo en realidad voy a cumplir 8 años de presidenta en el próximo 10 de diciembre, y tengo 62. Si yo les resto a los 62 esos 8 años significa que la mayor parte de mi vida no fui Presidenta, e hice cosas...

–Pero convengamos que no es un cargo más.

–No. No es un cargo más. Es el cargo institucionalmente al que más puede aspirar uno. Pero podés ser presidente y no pasar a la historia, o pasar a la historia como cualquier cosa. Así que te digo que en definitiva me parece que lo más importante no es haber sido presidenta, sino haber hecho determinadas cosas cuando lo fuiste. Porque presidentes hubo muchos en la República Argentina. Tal vez, bueno, sí, la curiosidad, o la nota de color de haber sido la primera mujer presidenta, y además reelecta, eso quiere decir que somos buenas. Pero me parece que más que ser Presidenta lo importante es qué hacés cuando sos presidente. Conozco a un montón de gente que fue presidente en la historia que ya no están vivos o unos que todavía están vivos y fueron presidentes. Y la verdad es que para ser presidente como lo fueron ellos, yo hubiera preferido, si tuviera que haber sido como ellos, no haber sido presidenta. Así que creo que lo más importante en la vida son las cosas que hacés, no los cargos que ocupás.

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