Habrán sido las noticias que le trasmitió el ministro Jorge Remes Lenicov. O las exigencias que trajo desde Washington el negociador del FMI, el indio Anoop Singh. Lo cierto es que el presidente Eduardo Duhalde, que había prometido que la recesión terminaría el 9 de julio, solicitó una reunión con el titular del Fondo, Horst Köhler, y lo anunció ayer desde su programa “Conversando con el Presidente”. “Pedí una entrevista con el presidente del FMI porque es imprescindible que hable con él”, argumentó. En el mismo espacio radial, Duhalde reclamó a los comerciantes que no remarquen los productos de primera necesidad, y advirtió que si “no se ponen en vereda con los precios” el Gobierno pondrá “aranceles cero” permitiendo la importación de esos artículos.
El viernes, durante un acto con los gremios de la CGT rebelde, Duhalde adelantó que el 9 de julio no sólo se recordará la independencia nacional, también se festejará el fin de la recesión que ya lleva cuatro años. La promesa tenía sus condicionamientos, como lo reveló ayer el Presidente, quien sugirió que para que se cumplan los buenos augurios, será necesaria la hasta ahora esquiva asistencia financiera del FMI. “Yo digo que el 9 de julio vamos a estar celebrando que terminó la recesión en la Argentina, pero si nos ayudan hasta puede ser más rápido”, argumentó.
Una buena ocasión para conversar con el titular del FMI será la Conferencia de Financiamiento para el Desarrollo, organizada por las Naciones Unidas, que se hará en México dentro de diez días. En ese encuentro se encontrarán mandatarios de todo el mundo con representantes de los organismos financieros internacionales, como el Fondo y el Banco Mundial. Ayer Duhalde confirmó su asistencia y trató de mostrar confianza en que el acuerdo con el Fondo se concretará a pesar de todo. “Tenemos nuestro plan y nuestro programa: el desarrollo productivo, la reindustrialización del país y trabajo a la gente, un nuevo camino, y estoy convencido de que nos van a dar la ayuda”, aseguró, optimista.
Un funcionario de la Cancillería con rango de secretario de Estado informó ayer a Página/12 que la entrevista Duhalde-Köhler ya tiene fecha y lugar confirmados. Será en Monterrey, México, el 22 de marzo, a las 9 de la mañana. Media hora antes, el Presidente se encontrará con el titular del Banco Mundial, James Wolfensohn. En el Ejecutivo tienen bastante expectativa en los dos encuentros. Si para entonces aún no se llegó a un acuerdo con los negociadores del FMI, Duhalde y Remes Lenicov tratarán de convencer a los jefes, Köhler y Wolfensohn. Para persuadirlos, el Gobierno dirá que las exigencias que el Fondo reclamaba el año pasado fueron cumplidas con creces. “En noviembre, Köhler pedía que se devaluara la moneda, que se arreglara con los gobernadores y que hubiera un presupuesto creíble. Ya lo hicimos”, destacó el secretario.
Pero la ayuda externa no monopoliza las preocupaciones del Gobierno. En la Rosada están alertas ante un eventual disparo del índice de inflación, que podría producirse si siguen los incrementos de precios. Ayer, por caso, Duhalde se quejó amargamente de las remarcaciones a los artículos de primera necesidad, y luego amenazó a los empresarios del mercado interno con liberar la importación de los productos de consumo masivo -especialmente los alimentos– si “no se ponen en vereda con los precios”. También justificó la rebaja de aranceles que se dispuso en estos días y que permite la entrada al país de mercadería de origen chino. “Esto está vinculado con las importaciones de bienes de capital”, explicó Duhalde, quien luego aclaró que esa medida permitirá “poner en marcha la producción argentina”.