Los jueces de la Cámara de Casación Penal que deben resolver acerca de la validez constitucional del Memorándum con Irán andan a los chispazos. Uno de ellos, Juan Gemignani, vicepresidente del tribunal, denunció a su colega, la titular de la Cámara, Ana María Figueroa (foto), por haber hecho declaraciones públicas para explicar por qué el lunes último se postergó el fallo sobre el pacto a pesar de que habían citado a las partes para darles el resultado.

Lo que dijo Figueroa, en una entrevista radial, fue que la postergación se debió a que “la lectura del fallo no estaba lista”. “Al integrar un tribunal de tres personas no es fácil llegar a mayorías, y cuando éstas no se obtienen se suspenden las lecturas. Esto pasa muchísimas veces, no fue porque la causa es mediática o el Estado nacional esté en juego”, señaló la jueza. Junto con ella y Gemignani interviene Luis Cabral, quien en rigor es subrogante.

En efecto, Gemignani había convocado a los abogados de AMIA-DAIA y a los del Ministerio de Justicia y la Procuración del Tesoro para la lectura de la sentencia a las 12. Los primeros plantean la inconstitucionalidad del pacto. Los abogados del Estado sostienen que es inoficioso fallar sobre el tema porque el acuerdo nunca entró en vigencia. Cuando llegaron les dijeron que por razones internas quedaba postergada. La realidad es que hasta ese día los jueces no habían intercambiado sus proyectos de votos, que es lo que suelen hacer habitualmente antes de resolver. No estaban listos los votos de ninguno para hacer la deliberación y el voto definitivo de cada uno de los jueces”, fue la explicación pública de Figueroa.

La situación era llamativa, porque cuando hay una fecha concreta se supone que los camaristas deliberan antes y tienen que acercar posiciones para lograr una mayoría de por lo menos dos votos que permita definir el caso. A pesar de esto, nadie avisó a las partes que no había nada listo. Recién el lunes después de las 14, Gemignani y Cabral entregaron sus propuestas.

Gemignani consideró una irregularidad que viola el reglamento de la Justicia Nacional hacer declaraciones públicas sobre una causa en trámite. Sostuvo que Figueroa implicó a sus colegas. Su presentación está dirigida al tribunal de superintendencia de Casación, que integran los presidentes de las tres salas, pero le llega primero a la propia Figueroa que es titular del cuerpo. Ella se lo pasó a Liliana Catucci, tercera en el orden jerárquico, quien deberá decidir que trámite le da al asunto. La realidad es que Figueroa no hizo alusión alguna al contenido de la causa ni la posible resolución, con lo cual es improbable que avance sobre ella ninguna medida. Esta situación, pase lo que pase, no afectará la convocatoria que finalmente se hizo para el martes que viene para informar el fallo.