Dom 28.06.2015

EL PAíS  › TIMERMAN DESTACO EL APOYO INTERNACIONAL AL RECLAMO POR MALVINAS

“Ningún país habla a favor del derecho del Reino Unido”

El canciller participó una vez más de las sesiones del Comité de Descolonización de la ONU. Allí habló con Página/12 y valoró todo lo que la Argentina ha hecho en el tema de las Malvinas. Reiteró sus críticas a los británicos por negarse al diálogo.

› Por Fernando Cibeira

Desde Nueva York

No es común que un canciller participe de las sesiones del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, pero para Héctor Timerman ya es una rutina dada la centralidad que el reclamo por las islas Malvinas tiene para la política exterior argentina. Incluso, como él se encargó de recordar al inicio de su mensaje de la sesión del jueves pasado, en 2012 también participó la presidenta Cristina Kirchner, algo todavía más inusual. La particularidad de esta ocasión fue que se recordaron los 50 años de la Resolución 2065 de la ONU en la que el organismo internacional reconoció que había una disputa de soberanía en la cuestión Malvinas e invitó a la Argentina y el Reino Unido a iniciar negociaciones. En un salón del edificio de las Naciones Unidas con vista al East River, en diálogo con Página/12, Timerman hizo un análisis de la situación.

–Cincuenta años de la Resolución 2065 y, pese al reclamo permanente, el Reino Unido no modificó su postura de negar la apertura de una instancia de diálogo por las islas Malvinas. ¿Qué puede hacer Argentina para que eso cambie?

–No sólo no modificó su postura sino que la empeoró. Después de que se aprueba en las Naciones Unidas la Resolución 2065, Inglaterra reconoce la necesidad de negociar la soberanía, hubo negociaciones. Inclusive reconoció que había una disputa de soberanía, y hasta negoció con la dictadura militar. Con los que se han negado a negociar es con todos los gobiernos democráticos que vinieron después.

–¿No da cierta sensación de impotencia lo que sucede desde entonces?

–Más que una sensación de impotencia debemos sentir la solidaridad de todo el mundo. Quedan 17 casos de colonialismo y no hay ninguno que atraiga tanto la presencia de delegados de las Naciones Unidas como el de Malvinas. Este año hemos batidos todos los récords de presencia de países incluyendo la Santa Sede, Unicef pidió participar, muchos que antes no participaron en esta sesión pidieron la palabra. Hay una creciente solidaridad. Y aparte de eso el regionalismo: organizaciones de Africa, Asia y América Latina que llevan adelante la cuestión de las Malvinas como una lucha contra el colonialismo. Así que impotencia no, más impotencia deberían sentir los británicos. Porque si uno es británico y se sienta acá a escuchar los discursos, se daría cuenta de la soledad en la cual se encuentra el Reino Unido en el caso de las Malvinas.

–Durante la sesión, el representante kelper Mike Summers sostuvo que el embajador Ruda –quien dio los argumentos para que se aprobara la Resolución 2065 hace 50 años– incurrió en doce falsedades que desde entonces se vinieron repitiendo. ¿Qué opina sobre eso?

–Lo mismo que dije del primer ministro David Cameron, ignoran o pretenden crear una realidad que no es así. Quieren hacer creer que dos resoluciones de las Naciones Unidas no existen: la 1514 de 1960 que decide poner fin al colonialismo en el mundo y la 2065 que dice que la cuestión de las Malvinas tiene que ver con la soberanía, que no es algo sobre la autodeterminación de los pueblos. Pero resulta que cuando en las Naciones Unidas se votan temas que tienen que ver con la autodeterminación de los pueblos, el Reino Unido votó el 87 por ciento de las veces en contra. Quiere decir que cuando la gente de las islas viene acá, viene confundida. Vienen con un mensaje de Londres que no tiene nada que ver con la realidad, ni con el derecho internacional. Eso es lo que queremos alertar. El Reino Unido engaña a quienes viven en las Malvinas diciéndole que tienen un derecho que las Naciones Unidas no les reconoce.

–¿La estrategia argentina apunta a aislar al Reino Unido en este tema?

–El Reino Unido se aísla solo. El eje de las Naciones Unidas es la solución de las controversias a través del diálogo y, al negarse a dialogar, hace imposible que tenga aliados. No hay ningún país que venga a hablar acá a favor del derecho del Reino Unido.

–¿Cómo toma que el embajador británico en las Naciones Unidas haya vuelto a faltar a la sesión del Comité de Descolonización?

–Nunca viene. Hay cosas curiosas porque ellos por ejemplo no reconocen la necesidad que exista el Comité de Descolonización y después no reconocen que ahí puedan hablar de las Malvinas. Es como una persona que se pone a gritar en la calle y los demás pasan y dicen que está loco. Todos los demás países de las Naciones Unidas decidieron crear un comité y ellos no lo reconocen, y luego no reconocen que se hable de un tema aprobado por una abrumadora mayoría. Viven como en una realidad virtual.

–En el balance de su gestión, ¿está conforme con los avances conseguidos en el tema Malvinas ?

–Totalmente, estoy muy orgulloso de todo lo que hizo con el tema de las Malvinas. Un hito es la Resolución 2065 durante el gobierno de Arturo Illia. Luego, que nuestro gobierno haya logrado, desde el año 2003 en adelante, un consenso universal sobre los derechos argentinos. Los 54 países de Africa reconocen que las Malvinas son argentinas en una declaración de 2012, eso es un hecho histórico. No hay países que reconozcan el derecho británico sobre las Malvinas. A veces lo que hay son preguntas. La verdad es que Argentina siempre apoyó la autodeterminación de los pueblos cuando la lucha es la verdadera, no en cualquier circunstancia. Además, la integridad territorial es prioritaria por sobre el derecho a la autodeterminación. De lo contrario cualquier provincia podría decir un día que es independiente.

–Con la delegación de legisladores de varios partidos que viajó también se mostró que a nivel interno la cuestión Malvinas también tiene apoyo.

–Un diplomático británico me contaba días atrás que le llamaba la atención la cantidad de pintadas que veía en nuestro país diciendo “Las Malvinas son argentinas”. Es prácticamente algo único en el mundo que un tema de derecho internacional atraiga con tanta pasión a una población. Argentina está sólidamente detrás de la idea de reclamar las islas Malvinas y lo hace en forma pacífica. Han venido aquí legisladores opositores que han criticado mucho la política exterior pero que reconocen el esfuerzo que hace el Gobierno nacional para consolidar la posición argentina respecto a las islas Malvinas.

–¿Entonces hay que imaginar que la política en este punto continuará sin variantes luego del 10 de diciembre?

–En mi opinión el próximo gobierno va a defender las islas Malvinas con la misma fuerza que lo ha hecho nuestro gobierno. También creo que si no lo hace, el pueblo argentino va a mostrar su desagrado.

–La experiencia de cuando se cambió la política de reclamo tampoco fue mejor.

–No, la mayoría de los malvinenses devolvió los ositos Winnie Pooh que les regalaron. Insistir con los ositos no sirve, lo que sí sirve es seguir reclamando que se cumpla con el derecho internacional y que las Naciones Unidas tienen que tener algún mecanismo por el cual las resoluciones aprobadas por la Asamblea General sean vinculantes. No puede ser que un Estado se niegue a aceptar lo que la mayoría de los países vota.

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