Hay dos modelos de país que pugnan en las elecciones nacionales de este año y éste es un momento bisagra para afianzar el proyecto que inició el peronismo hace doce años o afrontar un duro retroceso. Esas fueron las principales conclusiones a las que se arribó ayer luego de que cuarenta comisiones discutieran distintos aspectos de la problemática política actual en el marco del plenario de la militancia del Frente para la Victoria en la Ciudad de Buenos Aires. “Nosotros creemos en un Estado presente. Ellos creen que el mercado va a resolver los problemas pendientes”, sintetizó Daniel Scioli las dos posiciones que se enfrentan en los comicios de octubre. El candidato presidencial fue el principal orador del acto que dio cierre a la jornada, cuando el cielo sobre Ciudad Universitaria comenzaba a oscurecer.

El Plenario, del que participaron todos los principales dirigentes de cada uno de los espacios que conforman el Frente para la Victoria en la Capital Federal, una docena de organizaciones y agrupaciones y miles de militantes, sirvió para mostrar a todos los vectores del peronismo unido. Cada sector, además, manifestó su compromiso con redoblar esfuerzos para ganar votos en la ciudad, donde –estiman– pueden crecer aún algunos puntos, lo que ayudaría para que Scioli alcance el objetivo de imponerse en primera vuelta.

Además del gobernador bonaerense, también tuvo un rol protagónico Axel Kicillof, ministro de Economía y primer candidato a diputado nacional del FpV en suelo porteño. Durante su discurso, el funcionario también puso énfasis en las diferencias que tiene esa propuesta respecto de la oposición y denunció un intento de los medios de comunicación de engañar al electorado borroneando esa línea divisoria. “Que nadie se engañe. Hay dos modelos de país. Y el único camino para seguir creciendo, para seguir incluyendo, para seguir integrándonos con nuestros hermanos de América latina, para tener más soberanía económica, es votar a la fórmula del Frente para la Victoria, Daniel Scioli y Carlos Zannini”, arengó y fue celebrado por la concurrencia.

El gobernador y el ministro se fundieron en un abrazo que simbolizó algo más y fue un mensaje a la tropa propia de cara a las ocho semanas que restan hasta el 25 de octubre. “Somos un equipo, estamos jugando el mundial. Hay que cerrar filas si queremos ganar”, graficó un dirigente del peronismo porteño.

Desde el kirchnerismo apuntan todavía más allá: “No se trata solamente de juntarse para ganar las elecciones, se trata de juntarse para gobernar el país cuatro años más por la misma senda que venimos llevando desde 2003. No somos un rejunte electoral, somos un partido de gestión”, analizaba un referente de La Cámpora.

Más de 5 mil asistentes, según la organización, formaron parte de la actividad, en la que se debatieron distintos aspectos de la estrategia de campaña, de cara a las elecciones generales y se sucedieron las críticas hacia el PRO, mascarón del proa de la alianza Cambiemos y a su jefe y candidato presidencial Mauricio Macri, que gobierna la Ciudad de Buenos Aires desde hace ocho años. “Como porteños, ya sabemos de qué se trata la propuesta de Macri y es nuestro deber comunicárselo a todos los argentinos para que vayan a votar conociendo la verdad y no la versión edulcorada de Clarín”, proponían ayer en el plenario.

De todas formas, no todo se centró en el mapa local y las elecciones tucumanas de hoy también estuvieron presentes tanto en las charlas que se multiplicaban en el pabellón III de Ciudad Universitaria como en el discurso de Scioli, que destacó que el PRO “no quiere que los jóvenes de 16 y 17 años voten” en esa provincia. También calificó como “temerarias” las propuestas económicas de la oposición, a lo que contrapuso al Frente para la Victoria como un espacio “más coherente, más previsible y más confiable” que sus adversarios. “Cuando algunos quieren sembrar temor sobre el curso de la economía, no tengo dudas de que vamos a ir a votar en octubre con una economía fuerte”, agregó.

Además, destacó que “por primera vez en décadas” un gobierno se va dejando “una herencia positiva” y que ahora “con la visión estratégica y los liderazgos de Néstor y de Cristina se puso a salvo el país y el conjunto de los argentinos” desoyendo los consejos de “esta política que hoy se ve tristemente en todo el mundo los estragos que genera”. El candidato volvió a hacerles un guiño a los gobernadores que respaldan su postulación al sostener: “Aquí no hay improvisación, aquí hay planificación, hay una gran organización, el Partido Justicialista, que es la columna vertebral del Frente para la Victoria, con dirigentes de probada experiencia”.

Un rato antes, Kicillof había manifestado que la fórmula de Scioli y Zannini representaba la continuidad no entendido como el “continuismo que quiere seguir igual”, sino como la voluntad de “seguir avanzando” en el mismo sentido y comparó “lo que ha cambiado y transformado el kirchnerismo a diferencia de la oposición que no son el cambio porque son conservadores”. Para el ministro de Economía lo único que “cambia todos los días” la oposición son sus propuestas, porque se basan en consejos de “asesores de marketing” para disimular lo que realmente piensan. “Nosotros lo que venimos a hacer es presentar para la Argentina un modelo completamente diferente al que quieren los economistas que siempre estuvieron con Cavallo y los funcionarios de la deuda externa”, concluyó.

Del plenario participaron agrupaciones como La Cámpora, Kolina, Nuevo Encuentro, el Movimiento Evita, Descamisados, la Corriente Martín Fierro, la Pingüinos, La Scalabrini, entre otros, además de sindicatos y el PJ porteño. Entre los colores habituales para este tipo de actividades se filtró, finalmente, el naranja: Scioli acudió por primera vez con tropa propia. En el escenario estuvieron el primer candidato nacional al Parlasur del peronismo, Jorge Taiana; el diputado Andrés Larroque; el ministro de Trabajo, Carlos Tomada; el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde; y el titular del justicialismo de la Ciudad, Víctor Santa María, entre una veintena de dirigentes.