La candidatura del Frente para la Victoria (FpV) en Escobar quedó en manos de Ariel Sujarchuk. Candidato por primera vez, fue el dirigente respaldado por la mayoría de los precandidatos que se fueron bajando de a uno. Si se repiten los números de las PASO, el Frente para la Victoria llegaría a la intendencia de Escobar luego del pattismo y de lo que se presentó como su sucesión, con la intendencia de Sandro Guzmán, quien luego de haberse pasado al Frente Renovador volvió al FpV, pero decidió no postularse en el municipio.

–¿Estas PASO implicaron la renovación que se venía esperando desde hace unos años?

–En principio, el FpV es el único espacio que tiene la capacidad de renovarse permanentemente a sí mismo. Los otros, bajo la palabra “cambiemos” o “renovación”, tienen a los mismos nombres de siempre, incluso a quienes el mismo kirchnerismo terminó expulsando. No tiene nada que ver con la idea de un proyecto político que después encuentra los nombres propios de los políticos para encabezarlo. Creo que cierra un ciclo muy interesante que da pie al comienzo a una etapa de la Argentina a partir de diciembre, que es una nueva generación de gobernantes en todos los frentes. Ministros más jóvenes, funcionarios, gobierno territoriales donde predominan los dirigentes jóvenes profesionales con capacidad de gestión. Y es muy interesante porque muestra que la gente elige nuevamente la doctrina del FpV, del peronismo como columna vertebral, pero también elige que la reinterprete en términos contemporáneos dirigentes que tienen ya otra impronta.

–En su distrito el pattismo se hizo fuerte durante los ’90 y continuó luego con Guzmán. ¿Cree que es el momento para que Escobar pase de página?

–El candidato que enfrento, que está en el PRO pero que hace pocos meses estaba en el FR, hace campaña repartiendo una carta en la que (el represor y ex intendente de Escobar Luis Abelardo) Patti, desde la cárcel, pide que lo voten. Yo tengo la oportunidad de terminar con el último bastión de la dictadura en la provincia de Buenos Aires, y con esto no quiero decir que Guzmán es parte de la dictadura formando parte del pattismo. El entendió que tenía que dejar atrás esas influencias. Viene una gestión en la que la memoria, la verdad y la justicia tienen un peso fundamental. Es gente sin escrúpulos, un muchacho de 29 años (Leandro Costa), que se presenta por tercera vez por tres partidos diferentes. Pero esto deja dos alternativas: la posibilidad de que la continuidad del pattismo se dé desde el lado de Cambiemos, o el FpV con esta propuesta renovada. Yo empecé a hacer política en Escobar cuando Guzmán todavía estaba en el FpV, antes de que se vaya al massismo, y antes de que vuelva. Nosotros siempre plantamos una posición política independiente al poder municipal, a diferencia de los candidatos del PRO y del FR que siempre tuvieron contratos o prebendas desde el municipio.