La Corte Suprema de la Nación declaró inadmisibles los recursos extraordinarios presentados por el Consejo de la Magistratura y por Marcelo Vázquez en contra de un fallo que suspendía al conjuez como miembro de la Cámara de Casación. Vázquez, quien había sido nombrado en ese tribunal en reemplazo del juez Luis María Cabral, ahora deberá esperar a que se resuelva la constitucionalidad de la Ley de Subrogancias por la que fue designado. Esa norma fue objetada ante los tribunales por diferentes sectores de la corporación judicial con el objetivo de que, más tarde o más temprano, llegue a esa misma instancia: la Corte Suprema.

El titular del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, y los ministros Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Carlos Fayt, consideraron “inadmisibles” los recursos extraordinarios que el Consejo de la Magistratura, a través del Ministerio de Justicia, y el propio Vázquez, habían presentado contra el fallo de la Cámara en lo Contencioso Administrativo que, dando vuelta la resolución del juez de primera instancia, Esteban Furnari, admitió un amparo interpuesto por Cabral en contra de la designación de Vázquez.

En dos fallos escuetos en los que invoca razones formales tales como que no se trata de una sentencia definitiva y que la cuestión de fondo aun está por resolverse, los jueces de la Corte rechazaron las apelaciones del Consejo y Vázquez.

Tras la sanción de la Ley de Subrogancias, el Consejo de la Magistratura designó en junio pasado a Vázquez y a otros dos integrantes de la lista de conjueces aprobada por el Senado para cubrir vacantes en tribunales federales, para que reemplazaran ausencias en la Cámara de Casación. Durante los últimos cuatro años, tras ser nombrado a dedo, Cabral había cubierto una vacante en la Sala 1 de ese tribunal de alzada. Después de ser reemplazado por Vázquez, Cabral inició un amparo en el que solicitó el apartamiento de su reemplazante, su restitución y la inconstitucionalidad de la nueva Ley de Subrogancias –cuestión que luego también solicitarían la Asociación de Magistrados y otras entidades corporativas, además de actuaciones de oficio–. Los puntos fueron rechazados por el juez Furnari en primera instancia, pero aceptados a medias por la Sala I de la Cámara del fuero: los jueces Clara Do Pico y Rodolfo Facio suspendieron la designación de Vázquez por seis meses, pero su decisión impidió que el lugar fuera ocupado por otro conjuez o por el propio Cabral: solicitó a un magistrado de la propia Casación. Si bien en su fallo no se expidieron sobre la validez Ley de Subrogancias, sostuvieron que sus dos primeros artículos “no superan un estándar mínimo de razonabilidad al confrontarse con claras directrices emanadas de la Constitución Nacional y de pactos internacionales con jerarquía constitucional relativas a los principios de imparcialidad y de independencia judicial”.

La decisión fue recusada ante la Corte por el Consejo de la Magistratura y el propio conjuez, razón que esgrimió la presidenta de Casación, Ana María Figueroa, para rechazar cumplir con la orden de la Cámara de separar a Vázquez y nombrar a algún titular. Los jueces de ese fuero Liliana Catucci y Eduardo Riggi le presentaron notas a Figueroa en las que le solicitaron que cumpla el fallo, que Vázquez deje el cargo y se designe su reemplazante. Por no cumplir, el vicepresidente del tribunal, Juan Carlos Gemignani, la denunció por abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público. También demandó a Vázquez por usurpación de autoridad, títulos y honores, y a Gabriela Vázquez, presidenta del Consejo de la Magistratura, por desobediencia.