La fiscal Viviana Fein le tomará hoy declaración al fiscal Carlos Stornelli a raíz de las comunicaciones que mantuvo el domingo 18 de enero, el día que murió Alberto Nisman. Un entrecruzamiento de llamadas realizado por la División Fraudes Bancarios de la Policía Federal consideró llamativas las comunicaciones, porque los diálogos en los que aparecen funcionarios de distintos ámbitos se mantuvieron cuando Nisman ya estaba muerto, pero el cuerpo no había sido encontrado. Todo indica que las llamadas no tuvieron que ver con la muerte del fiscal, sino con tres hechos que ocurrían ese domingo: se habían robado un misil de una unidad del Ejército en La Plata, Nisman concurriría al día siguiente al Congreso a fundamentar su denuncia y había datos de que se preparaba una guerra de barrabravas en Mar del Plata.

Tal como adelantó este diario, Fein empezará a tomar declaración a quienes hablaron aquel domingo por teléfono en tres grupos. Página/12 mencionó que sería citado un funcionario judicial de relevancia: se trata de Stornelli.

El primer grupo que mantuvo comunicaciones aquel domingo es el que vincula un celular a nombre de Silvia Tomalini –una persona no identificada con Stornelli–, el Ministerio de Seguridad bonaerense, el jefe de la policía provincial, Hugo Matzkin, el Ministerio de Justicia, el ex jefe de Análisis de la SIDE, Alberto Massino, y el Estado Mayor Conjunto. Por lo que sabe hoy, estas comunicaciones tenían que ver con el robo de un misil antitanque en el Escuadrón de Caballería Blindado 1 de Arana. Parte de las llamadas de funcionarios, incluyendo de la ex SIDE, con el Estado Mayor y con las autoridades bonaerenses tenían que ver con ese robo. Al mismo tiempo, el sábado 17 había jugado Boca en Mar del Plata y el domingo jugaba River. Había rumores de enfrentamientos entre grupos de cada una de las hinchadas. Por supuesto que también estaba el tema Nisman: no el de la muerte –afirman– sino el de la visita al Congreso y la presentación de nuevas pruebas que supuestamente Horacio Stiuso, el ex jefe de la SIDE, le aportaría a Nisman. Esas pruebas no aparecieron por ningún lado y Stiuso después declaró que no existían.

El segundo grupo que habló por teléfono era de sólo dos personas: Stiuso y Massino. Esto tenía que ver con que Nisman estuvo buscando a Stiuso pero éste no le contestaba el teléfono y, como quedó claro, no quiso devolverle las llamadas. Nisman había hablado con Massino pidiéndole que ubicara a Stiuso. Todo indica que Fein los llamará a declarar otra vez. Tampoco parece que esos diálogos tuvieran que ver con la muerte de Nisman –desconocida hasta ese momento–, pero eso es lo que les preguntará la fiscal.

El tercer grupo parte de uno de los custodios de Nisman, Luis Miño, quien en la madrugada del lunes –después de que se encontrara el cuerpo del fiscal– llamó por teléfono a un hombre llamado Héctor Goncalvez Pereira, dedicado a temas de seguridad. Desde uno de los celulares de la flota de Goncalvez Pereira se habló con un celular de la flota de Stiuso. Esas llamadas parecen tener menos relevancia por cuanto fueron hechas después de la muerte del fiscal. Es probable que fuera Miño informándole de lo ocurrido a Goncalvez Pereira, con quien coincidía en algunos trabajos de seguridad, y Goncalvez Pereira le pasó el dato a hombres de la ex SIDE.

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