Los cruces y tensiones entre la teoría marxista y la acción política en el marco de los gobiernos progresistas de América latina fueron los ejes de la conferencia con que el Ministerio de Cultura de la Nación abrió ayer el congreso de homenaje al filósofo Ernesto Laclau, a 80 años de su nacimiento. Pensadores, militantes y miembros del círculo íntimo del autor de La razón populista realizaron un repaso por su trayectoria intelectual y política y expusieron sobre los puntos centrales de su obra ante más de 200 personas en el Centro Cultural Kirchner. “Hay que seguir su combate”, dijo emocionada la politóloga belga Chantal Mouffe, compañera de vida y pensamiento de Laclau, coautora junto a él de Hegemonía y estrategia socialista, libro que les valió reconocimiento internacional y puso en marcha una renovación en el pensamiento de izquierda.

“Me duele que ya no esté conmigo después de 40 años de vida en común. Pero que este homenaje sea aquí, en el Centro Cultural Kirchner, es un consuelo por su alto valor simbólico, dada la identificación que él sentía con Néstor”, dijo Mouffe.

Sentados junto a Mouffe, completaban el panel de apertura la ministra de Cultura, Teresa Parodi, y el secretario de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional, Ricardo Forster. “Se trata de un pensador decisivo que salió de lo meramente académico y supo escuchar a las grandes tradiciones populares latinoamericanas”, apuntó Parodi, que fue la encargada de abrir la jornada. Y agregó que la teoría de Laclau “aporta herramientas para seguir profundizando el rumbo de los gobiernos populares en la región”.

Las figuras de Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa y Néstor y Cristina Kirchner sobrevolaron las intervenciones de los disertantes, que vincularon la obra del homenajeado con la realidad política del continente. “En estos años se han construido nuevos lectores de Laclau –afirmó Forster– que le han dado sentido a sus ideas, cristalizadas en los movimientos nacionales y populares que desde fines del siglo pasado se vienen dando en el continente.” En esa misma línea, Mouffe contó que “tanto en el gobierno de Chávez como en el de Néstor Kirchner, Laclau encontró proyectos con los que se identificaba y que lo entusiasmaban para seguir reflexionando en torno a los debates que esos mismos procesos siguen disparando hasta hoy.”

El encuentro sirvió también para presentar un nuevo número de la revista Debates y combates, fundada por Laclau en 2011. “Mucha gente conoce a Ernesto por sus libros, pero esta revista es el lugar que él creó para la confluencia entre teóricos y militantes que buscan construir una nueva izquierda”, explicó Mouffe, para luego pedir a los presentes que “difundan la revista y escriban en ella, eso es lo que él les pediría si estuviese acá”.

El homenaje incluyó una cálida reivindicación de los momentos más significativos del “joven” Laclau: sus días como alumno de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, de cuyo centro de estudiantes fue presidente en el año 56; su etapa como director de la revista de la izquierda nacional Lucha obrera, donde escribía bajo el seudónimo de Sebastián Ferrer; la influencia que ejercieron en su formación autores como Antonio Gramsci y Louis Althusser; y sus discusiones con el Partido Comunista sobre el peronismo.

“En su juventud, él estaba incómodo con la lectura que tenían sus compañeros y colegas sobre el populismo en general y el peronismo en particular, y esa incomodidad fue la que lo llevó a concentrarse en pensar sobre el concepto de superestructura”, reflexionó sobre el recorrido teórico de Laclau la investigadora del Conicet Paula Biglieri, que compartió el panel de presentación de Debates y combates con la profesora en Letras Leonor Arfuch, el politólogo Eduardo Rinesi y con Natalia Laclau, hija de Ernesto y diseñadora de la revista.

Durante su exposición, Biglieri recordó a Laclau como “un gran filósofo, militante político y maestro” y resaltó que su obra “es un patrimonio universal, porque creó una corriente de pensamiento” en referencia al posmarxismo.

Por su parte, Arfuch remarcó que “a fines de los 90, en pleno neoliberalismo, la aparición de La razón populista fue una bisagra porque vino a revertir el tinte peyorativo que tenía ese término para la academia, y aprendimos a relacionarlo con la construcción de un pueblo”.

Al cerrar el panel de presentación de la revista, Natalia Laclau regaló una de las anécdotas más cálidas de la tarde. “De adolescente, mi padre me dijo que me dejara de joder con los Beatles, que a mi edad Rosa Luxemburgo ya había leído El capital”, contó ante la risa del auditorio.

La de ayer fue la primera de tres jornadas en las que se homenajea al filósofo a través de charlas, exposiciones y conferencias organizadas por la Secretaría de Coordinación Estratégica para el Pensamiento Nacional. Entre otros, disertarán el vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, el político español y referente de Podemos Iñigo Errejón, la diputada chilena Camila Vallejo y el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González. “Somos privilegiados por este tiempo que nos toca vivir”, afirmó la ministra Parodi al presentar los objetivos del homenaje. “Estos foros que venimos organizando nos sirven para pensar las transformaciones que estamos viviendo y salir renovados, con ideas nuevas que nos ayuden a profundizar”, remarcó.

Informe: Matías Ferrari.