En Cambiemos decidieron ponerle un bozal a sus economistas. El objetivo es minimizar la exposición del candidato Mauricio Macri a los exabruptos de esos interlocutores. El único que quedó en pie es Rogelio Frigerio. El presidente del Banco Ciudad despliega con habilidad un discurso sin definiciones sobre aquellos temas donde sus compañeros hablaron de más, con duras críticas a la política del Gobierno y hasta incluye pasajes propios del libreto económico kirchnerista. Frigerio se reunió ayer con directivos de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Allí aseguró que la devaluación anticipada por Alfonso Prat-Gay no tendrá lugar y que la reducción del gasto público reclamada por Carlos Melconian no será necesaria. En la misma línea revisionista, dijo que el autoabastecimiento energético desdeñado por el ex presidente de Shell y posible secretario de Energía, Juan José Arangueren, será una prioridad.

“El Estado no debe jorobar a los sectores más competitivos de la economía”, afirmó Frigerio al recurrir a la tradicional máxima liberal. De todos modos, el banquero reconoció que “no existe proceso de desarrollo que no haya sido liderado por el Estado”. Pero, consideró que aquellas actividades “naturalmente competitivas hay que dejarlas ser para que liberen su potencial”. La industria agroalimentaria, la minería y el sector energético fueron los elegidos por quien podría convertirse en el futuro ministro de Economía si Macri gana las elecciones. “El primer día de gobierno derogaremos las retenciones que pesan sobre todas las economías regionales. Querríamos hacerlo también con la soja, pero el enorme déficit que heredaremos sólo nos permitirá hacerlo gradualmente”, explicó el economista ante un auditorio colmado con 200 empresarios.

A lo largo de su intervención donde respondió una serie de preguntas preparadas por las autoridades de la central empresaria, el economista recurrió a algunos pasajes del libreto económico kirchnerista: enfatizó la necesidad de crear empleo de calidad, reclamó un Estado activo que invierta en infraestructura y se comprometió a poner en marcha un banco público que ofrezca financiamiento de largo plazo.

Frigerio confirmó además que el sistema de declaraciones juradas anticipadas de importación (DJAI) será desarticulado para cumplir con un fallo de la OMC pero prometió “usar otras medidas inteligentes para cuidar el trabajo como hacen el resto de nuestros socios comerciales”.