En un acto con fervor militante en las tribunas, el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, cerró su campaña para el ballottage del domingo en La Matanza reclamando el voto a los argentinos. “Salgan a defender su futuro, que no nos vuelvan a robar la esperanza”, pidió. A lo largo del discurso, Scioli buscó identificarse con el peronismo –“el símbolo de la justicia social”, lo definió– y marcar las diferencias con la propuesta del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri. “La opción es clara: una liberal, la expresión de ese demonio de capitalismo salvaje expresada por el candidato de esta alianza reconvertida, Macri, y nosotros desde este proyecto nacional que toma las bases fundacionales del peronismo y la trae a estos nuevos tiempos”, lanzó sobre un nutrido escenario poblado de dirigentes bonaerenses junto a su compañero de fórmula Carlos Zannini, su mujer Karina Rabolini y su hija Lorena.

“Yo represento el futuro de tu trabajo, de tu salario y de tu familia”, resumió el candidato del Frente para la Victoria su propuesta. Consideró que, en la vereda de enfrente “bajo el engaño de la palabra cambio” lo que que se puede ver es que “han cometido la peor de las torpezas en los últimos días, atentando contra sus bolsillos compañeros trabajadores, contra una estabilidad que hemos alcanzado, queriéndole dar un nuevo golpe de mercado intimidatorio para generar incertidumbre, utilizando el brazo judicial para crear las condiciones para llevar adelante una estafa que es una nueva gran devaluación”.

Scioli realizó un cierre en dos actos, Mar del Plata y La Matanza, ambos en la provincia de Buenos Aires. El objetivo son los más de dos millones de votos que obtuvo la candidatura presidencial de Sergio Massa en territorio bonaerense, en su gran mayoría –se supone– de simpatías peronistas. “Gracias al maravilloso pueblo de La Matanza, donde viví 14 años en Ramos Mejía, la gloriosa capital del peronismo, de la producción y el empleo”, subrayó el candidato al inicio de su discurso. Scioli se quitó la campera azul con la que se protegió de la lluvia de afuera, y habló con un saco gris claro y camisa blanca. “Llevo en la sangre la esencia del peronismo”, dijo en otro momento.

El inicio del acto fue justo después de que concluyera el de Macri en Jujuy. El primer orador fue el intendente matancero y presidente del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y el segundo Zannini. Antes de los discursos, además, se cantó el Himno Nacional.

En el comando sciolista consideran clave para la elección del domingo la diferencia que pueda hacer en territorio bonaerense para compensar el mejor resultado que Macri pueda obtener en los distritos grandes de la región centro como Córdoba, Mendoza y ciudad de Buenos Aires. El polideportivo Juan Perón –no podía llamarse de otra manera– de González Catán lució colmado con más de diez mil asistentes que ocuparon sus instalaciones desde temprano. Fue una movilización casi excluyente del PJ bonaerense, que se notó en las banderas que identificaban a los grupos provenientes de distintos municipios de la geografía provincial. Obviamente, los que más se veían eran de los intendentes anfitriones, el actual Fernando Espinoza y la electa Verónica Magario. Dado este carácter eminentemente bonaerense, hubo pocos funcionarios nacionales presentes, lo mismo que gobernadores de otras provincias.

Scioli resaltó “este pacto con los diablos que ha llevado el candidato de la alianza, los fondos buitre, el FMI que quiere venir a imponernos la quita de subsidios para que ustedes tengan que pagar por lo menos 3,4 hasta 5 veces la luz, el gas y el transporte”. En contrapartida, habló del “esfuerzo enorme con un Estado que lo hemos recuperado para poder encarar hoy, en la etapa que se viene, que es la mejor dentro de este proyecto nacional”.

El candidato oficialista se dirigió directamente a los electores bonaerenses. Por ejemplo, al “querido joven” que en los últimos años se había podido inscribir en algunas de las 18 universidades abiertas en el Conurbano. “Estoy orgulloso de los miles de estudiantes que espero le respondan en las urnas a Macri para qué sirven las universidades”, dijo. También cuando se refirió a los beneficiados por la llegada del agua potable y cloacas gracias a la creación de Aysa mientras el macrismo “defendían una empresa de aguas francesa”.

Repasó logros de su gobierno, como cuando habló de Cristian, un médico de una UPA bonaerense, que gracias a la ley de Fertilización Asistida había podido cumplir el sueño de tener su primer hijo mientras que Macri vetó una norma similar en la Ciudad porque “iba a desfinanciar las obras sociales”. También recordó propuestas de su campaña como el 82 por ciento móvil para las jubilaciones más bajas y la quita del Impuesto a las Ganancias para los trabajadores que cobren menos de 30 mil pesos en el sueldo y en el aguinaldo.

Para cerrar, Scioli puso de relieve la importancia del domingo. “No se trata de votar amarillo o naranja, el Frente para la Victoria o el PRO, es la Argentina, es el orgullo nacional, la autoestima de nuestro país, o es volver para atrás”, dijo, por lo que convocó a los militantes: “Es lo que tenemos que salir a buscar y les garantizo que sobre estos logros vamos a seguir transformando y construyendo cada vez más”.

En el mismo tono enfático hasta la afonía de Scioli, antes habló su compañero de fórmula. “Recuperamos a lo largo de estos años el manejo de la economía, y lo hicimos poniendo un corazón nacional. No dejamos todo libre al mercado y acá están los resultados. De esa forma le cambiamos la vida a los argentinos”, sostuvo Zannini.

Manifestó estar “orgulloso y agradecido” por la reacción de la ciudadanía de los últimos días que salieron en respaldo al binomio que integra con Scioli. “Acá está la fórmula del trabajo argentino”, remarcó. Recordó que “venimos del subsuelo de la Patria y ahora podemos satélites en el espacio. Miren adónde llegamos”. Y agregó que “si hemos llegado hasta acá, si hemos subido tantos escalones, no vamos a ser tan estúpidos de tirarnos de nuevo al abismo”.

En varias ocasiones, Zannini colocó al “mercado”, más que a Cambiemos, como la contraparte a derrotar. “El nervio central de lo que hicimos es recuperar para la política las decisiones económicas y sacárselas al mercado”, explicó. Y advirtió que a diferencia de sus rivales que cambiaron de opinión a lo largo de la campaña en cuanto a iniciativas oficiales que oportunamente rechazaron y ahora dicen estar de acuerdo, ellos “no nos disfrazamos para tratar de engañar al pueblo para que no voten, no tenemos puesta una careta”.