EL PAíS › HECTOR RECALDE, JEFE DEL BLOQUE DE DIPUTADOS DEL FPV
› Por Nicolás Lantos
Por propuesta de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Héctor Recalde fue elegido como jefe del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados. Desde la oposición, pero con la fuerza de ser el sector más numeroso (el poroteo al día de hoy indica 98 diputados, contra 85 del interbloque entre PRO, UCR y CC), el peronismo tendrá en el Congreso su centro de operaciones políticas y el epicentro de sus batallas internas. En ese escenario, Recalde será una pieza clave.
–¿Cómo va a plantear la dinámica de un bloque en el que ya comenzaron a verse algunas tensiones?
–Mire, en ese sentido hubo dos señales muy positivas estos días. La primera, el encuentro de la Presidenta con los gobernadores, el martes. La otra, la reunión del bloque de diputados, el viernes. En ambas se hicieron planteos hacia el futuro, sobre todo explicitando cuál debe ser nuestro rol en esta nueva etapa en la que pasamos de ser oficialismo a ser oposición, que es todo un desafío. Lo que se acordó, y ojalá lo cumplamos todos, es que a partir de ahora todas las diferencias, matices, que se han visto en las últimos tiempos, todas esas cuestiones se discutan en el seno del bloque, con total libertad de participación. Incluso está la idea de generar nuevos ámbitos para eso, como una mesa federal con representantes de todas las regiones. Es importante hacer énfasis en el trabajo colectivo. La participación de todos es vital. Después de saldar esos debates, debería quedar un solo discurso hacia el exterior en lugar de exportar las diferencias que se discutieron hacia adentro. Es como dice la marcha peronista: “Todos unidos triunfaremos”. Tenemos que responderle al 49 por ciento que nos voto y no podemos fallar. Es legítimo que algunos dirigentes o sectores quieran tener un mejor rol, mayor participación, pero siempre advirtiendo que hay que saber separar lo principal de lo que resulta accesorio.
–Su candidatura a jefe de bloque llegó con el impulso de la Presidenta.
¿Le sorprende que a días de dejar la Casa Rosada Cristina Kirchner mantenga la conducción del espacio?
–Queda claro que no existe el efecto pato rengo. En Estados Unidos se le dice pato rengo al presidente que esta por salir, porque al pato rengo, como nada a menor velocidad, los otros patos lo dejan solo. Cristina demostró en estos días que está a la altura de las circunstancias y también que su conducción no responde solamente a su cargo como Presidenta y que se va a proyectar más allá del diez de diciembre.
–¿Esa conducción será aceptada por los sectores más críticos del peronismo?
–Creo que Cristina representa a la enorme mayoría de los peronistas. Si alguien tiene alguna diferencia, puede ser, pero el grueso del peronismo, más allá de matices, la ve con buenos ojos. Lo importante es que se pueden tener diferencias y se deben resolver adentro.
–¿Qué rol tendrá el bloque del Frente para la Victoria en la Cámara de Diputados, donde a pesar de ser opositores tendrán la primera minoría?
–Ir por lo que falta. En estos años se recuperaron derechos que se desbarataron durante mucho tiempo en Argentina. Nadie tiene dudas en nuestra patria, ni aún el más recalcitrante opositor, de que ese infierno que describía Néstor Kirchner ya fue. Tampoco estamos en el paraíso, pero ese infierno ya fue. ¿Dónde esta la crisis de la economía? Por supuesto hay materias pendientes, pero no hay crisis. Frente a este panorama, los desafíos futuros son muchos. Podemos ir viendo el orden de prioridades, qué agendas hay. También lo vamos a consultar con Cristina, por supuesto.
–Cambiemos va a gobernar sin mayoría en ambas Cámaras, ¿imagina el escenario de un Congreso paralizado como sucedió entre 2010 y 2011?
–Lo dije claramente, lo dijo también Cristina. No vamos a poner palos en la rueda. Es una frase común que ejemplifica bien cuál va a ser nuestra actitud. A diferencia de lo que hizo la oposición en el 2009, nosotros le dimos la presidencia de la Cámara a la alianza Cambiemos, aunque nosotros ganamos las legislativas y somos la primera minoría. Aunque perdimos las elecciones presidenciales no perdimos nuestras convicciones y siempre vamos a actuar en consecuencia.
–Funcionarios del próximo gobierno anticiparon que piensan rever algunas leyes que fueron clave para el kirchnerismo, como la Ley de Abastecimiento o la de Servicios de Comunicación Audiovisual. ¿Qué hará el bloque del Frente para la Victoria ante esas iniciativas?
–Nosotros podemos conversar a ver qué modificaciones quieren hacer. Pero respecto a todas las cuestiones de fondo vamos a responder a nuestras convicciones. La ley llamada de abastecimiento es fundamental para cuidar el bolsillo de los argentinos. Frente a propuestas legislativas de este tipo, vamos a mantener nuestras convicciones. Sí se puede tener ductilidad para discutir las herramientas, la forma de aplicarlas. De todas formas, esperemos a los hechos. No quiero discutir prejuicios.
–¿Cree que el Frente para la Victoria logrará mantenerse más allá de esta derrota electoral?
–No tengo ninguna duda de que se va a mantener. La historia nuestra lo demuestra. Aún perdiendo elecciones, siempre fuimos frentistas. Perón decía que cuanto más participa el hombre de la cosa pública, mejores son los resultados. El peronismo siempre fue frentista y necesita establecer alianzas, dialogar con todos. Buscando el debate interno. Sin descalificaciones personales. Analizando las razones, las causas, los posicionamientos. Pensar de una manera que nos haga bien a todos, no sólo al peronismo, sino a toda la sociedad argentina.
–¿Quién va a conducir al peronismo que se viene?
–Cristina Fernández de Kirchner es la conductora.
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