Recompensa
Un grupo de amigos de Alberto Kohan ya lo tiene decidido. Publicará una solicitada en los medios nacionales ofreciendo una recompensa a quien suministre datos para esclarecer el robo del ex secretario General de la Presidencia de Carlos Menem. El funcionario está muy preocupado por la información que se llevaron de sus oficinas de la calle Libertador, y que estaban diseminadas en sus computadoras portátiles y en una caja fuerte que –como Dios manda– estaba disimulada detrás de un cuadro.

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El pez por la boca...
Xeneixe hasta la médula, Artemio López no tardó el jueves en levantar el teléfono para gastar a sus conocidos riverplatenses. Claro, Boca había obtenido su copa número 20 (contra las 31 de River). El encuestador favorito de Néstor Kirchner estaba exultante. ¿No era que te importaban los campeonatos de cabotaje?

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Confesiones
El llamado llegó en tiempo y forma. Una vez conocido el nombramiento de Rafael “Balito” Romá en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno porteño, Alberto Fernández se comunicó para felicitarlo. Hubo elogios y palabras dulces, aunque también confesiones: el jefe de Gabinete y aspirante a suceder a Aníbal Ibarra admitió que para ese lugar había sugerido a Pedro Cámpora.

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Lamentos
El lugar elegido fue Rey Castro, comida cubana y mojitos. El objetivo: la despedida que el equipo de la Oficina Anticorrupción (OA) le hizo a su ex jefe Manuel Garrido, que acaba de asumir como fiscal nacional de Investigaciones Administrativas. El cubano que conducía el “chow” insistía en denominar “empresa” al grupo de abogados, empleados y un par de periodistas. Hasta que el homenajeado de la noche subió al escenario y fue obligado a mover un poco las caderas ante el público que lo vivaba afectuosamente, aunque se resistió a cantar. “Lamento la ausencia de José Massoni (su antecesor en la OA, que estaba con problemas de salud), de Roberto De Michele (que está en Estados Unidos)... y también de María Julia, que no pudo venir”, dijo Garrido frente al micrófono. Nadie preguntó el apellido de la ex polifuncionaria menemista que está presa desde hace más de cuatro meses por una causa iniciada a partir de una denuncia de la Oficina Anticorrupción.

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Cambios
El tema de la inseguridad tiene a mal traer a Néstor Kirchner. Por eso el Presidente decidió tomar el toro por las astas. Y empezó por casa. O sea, por la Casa Rosada. Así fue que el secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, limitó a los ministros el acceso por la explanada. Sin saber de esa disposición, Hugo Curto puso el grito en el cielo cuando le cerraron el paso y le exigieron ingresar por Balcarce 50. El intendente de Tres de Febrero no estaba acostumbrado a mostrar credenciales durante la gestión de Eduardo Duhalde.

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Color sepia
Se realizó, el último miércoles, la primera versión correspondiente al siglo XXI de un enfrentamiento clásico del siglo pasado. Fue durante la última conferencia correspondiente al Seminario de Economía y Negocios organizado por la Universidad de Belgrano. En un rincón, con profundas añoranzas de tiempos mejores, como dictaduras e hijas en libertad, el capitán ingeniero Alvaro Alsogaray; en el otro rincón, “combatiendo al capital”, el senador nacional Antonio Cafiero. El duelo contó con las tradicionales chicanas y cruces verbales. “Cualquier solución para las crisis actuales habrá que buscarla en la economía de libre mercado”, balbuceó Alsogaray, como si recién hubiera despertado de una siesta de 25 años. “El peronismo es tan generoso que permitió que las ideas del Ingeniero pudieran gobernar el país, cosa que a través de las urnas hubiese resultado imposible”, se sinceró Cafiero. Los tiempos de la era K le permitieron a Cafiero finalizar exultante el debate; tanto es así que es el propio senador quien está buscando universidades que deseen repetir la experiencia.

* Colaboraron Adriana Meyer y Santiago Rodríguez.