El presidente electo Mauricio Macri reclamó la liberación de “los presos políticos y que eso abra un camino prometedor para la democracia en Venezuela”, como reacción al triunfo opositor en las elecciones legislativas del domingo pasado. Por otro lado, su designada canciller, Susana Malcorra, no descartó un posible encuentro entre Macri y el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la próxima Cumbre del Mercosur, ahora que Argentina desistió de reclamar la cláusula democrática contra ese país. En otro giro respecto a la actual política exterior, Malcorra sostuvo que el ALCA “no es una mala palabra” y que ahora no lo “desdeñaría” como opción.

“Queremos saludar y felicitar a los venezolanos por la jornada democrática que protagonizaron el domingo”, escribió Macri su mensaje en las redes sociales. “Felicitamos también a los candidatos de la Mesa de Unidad Democrática y del Partido Socialista Unido de Venezuela que resultaron electos e integrarán la nueva composición de la Asamblea”, añadió.

Las simpatías de Macri por la oposición venezolana no son ninguna novedad. Incluso, Lilian Tintori –la esposa del dirigente opositor detenido Leopoldo López– estuvo en el bunker de Cambiemos la noche de su triunfo. Pero después del triunfo opositor del fin de semana y el reconocimiento del resultado por parte de Maduro, Malcorra adelantó que dejaba de tener sustento la amenaza de Macri de reclamar la cláusula democrática contra Venezuela en la Cumbre del Mercosur que se realizará el próximo 21 de diciembre en Asunción.

Ayer fue más allá y no descartó un posible encuentro en la cumbre entre Macri y Maduro “si las oportunidades se dan”. “Uno no descarta a ningún país del mundo con el que relacionarse”, sostuvo, diplomática al fin.

El kirchnerismo tiene como uno de sus mayores hitos en materia exterior el rechazo al ALCA que se produjo en la Cumbre de las Américas de 2005, en la que Néstor Kirchner hizo de bastonero junto a Lula y Hugo Chávez.

Malcorra se pronunció ayer porque “definitivamente, la Argentina debe tener una relación madura con los Estados Unidos, que es la primera potencia del mundo” ya que “no tenerla, es negarle al país oportunidades de todo tipo”. En esa dirección, habló de “primero reforzar y afianzar el Mercosur, el que ha quedado a mitad de camino, y obviamente el ALCA es una alternativa que no podemos desdeñar; vamos a trabajar con todas las posibilidades”. “El ALCA no es mala palabra, en tanto haya una relación en defensa de los intereses de nuestro país”, expresó.