EL PAíS › COMO ADELANTO PáGINA/12, EL MINISTRO DE JUSTICIA CONFIRMO QUE DEJARA CAER EL ACUERDO CON IRAN
Garavano dijo que por orden de Macri no apelará la inconstitucionalidad del Memorándum. Este diario pudo saber que ahora Irán pedirá el fin de las alertas rojas contra los sospechosos esgrimiendo la decisión unilateral que toma Argentina.
› Por Raúl Kollmann
El ministro de Justicia, Germán Garavano, confirmó ayer que por orden del presidente Mauricio Macri desistirá de apelar la declaración de inconstitucionalidad del Memorándum de Entendimiento por el caso AMIA. La movida, que hará caer el Memorándum, fue adelantada por Página/12 en su edición del martes pasado. El último paso que debe analizarse es si la agrupación de familiares 18-J tiene la chance de seguir sosteniendo la validez del acuerdo. Página/12 está en condiciones de adelantar que Irán utilizaría la decisión de Macri para pedir el levantamiento de las capturas con alertas rojas. Teherán va a utilizar como excusa que se trata de una decisión unilateral del gobierno de la Argentina, rompiendo un acuerdo firmado con el auspicio de Interpol. La decisión sobre mantener o no las alertas deberá ser tomada el año que viene en la asamblea de Interpol, al cumplirse diez años de las órdenes de captura.
El problema más serio en esa asamblea es que Irán hoy juega otro papel en la escena internacional, ya que firmó un convenio de limitación nuclear con Estados Unidos, China, Rusia, Alemania, el Reino Unido y Francia. Se reinstalaron varias embajadas en Teherán, hay un proceso de revisión de sanciones e Irán está sentado en la mesa de negociaciones por la crisis desatada por los fundamentalistas de ISIS en Siria e Irak. La AMIA, la DAIA y Sergio Massa expresaron su apoyo a la decisión del gobierno de Macri, aunque la AMIA rechazó la posibilidad de acuerdos comerciales con Irán, algo que mencionó la canciller Susana Malcorra (ver recuadro).
El ministro Garavano adelantó que muy posiblemente este lunes presente un escrito explicando la nueva posición del Estado, que es querellante en la causa, para retirar la apelación por el Memorándum en la Cámara de Casación. La secuencia es la siguiente:
- El canciller Héctor Timerman y su par iraní Alí Akbar Salehi firmaron en enero de 2013 un acuerdo por el cual el juez del caso AMIA, Rodolfo Canicoba Corral, el fiscal Alberto Nisman y los representantes de los familiares de las víctimas del atentado se trasladarían a Teherán y allí se tomaría declaración indagatoria a los sospechosos iraníes. El acuerdo saldaba una doble imposibilidad: es Argentina no se puede juzgar en ausencia e Irán no permite la extradición de sus ciudadanos.
- La AMIA y la DAIA, luego respaldados por Nisman, se opusieron al Memorándum señalando que preveía la creación de una Comisión de la Verdad, que supervisaba el proceso, aunque sus decisiones no eran vinculantes. AMIA y DAIA, denunciantes, consideraron que ese organismo era ilegal.
- La presentación de AMIA y DAIA fue rechazada por Canicoba señalando que se trataba de un planteo abstracto ya que hasta ese momento ni Irán había ratificado el Memorándum ni se había conformado la Comisión de la Verdad. Para Canicoba, hasta ese momento, el Memorándum era un tratado de relaciones exteriores, no judiciable.
- La AMIA y la DAIA apelaron lo resuelto por Canicoba y la Cámara Federal declaró inconstitucional el Memorándum. Consideró que el Ejecutivo se estaba metiendo en terreno del Poder Judicial.
- Este fallo fue a su vez apelado por el gobierno de CFK, a través del Ministerio de Justicia. Esa instancia es la actual, con graves enfrentamientos por la formación de la Sala de Casación.
- Si el Ministerio de Justicia retira la apelación el lunes como dijo Garavano, quedaría firme el fallo de la Cámara de Casación, aunque falta ver qué ocurre con los familiares de la agrupación 18-J.
En su momento, una buena parte de los familiares e incluso la AMIA y la DAIA apoyaron el Memorándum, pero luego las instituciones judías pasaron a cuestionarlo, argumentando que no hay nada que negociar con Irán, un Estado al que consideraban –y aún consideran– sponsor del terrorismo.
Entre los familiares, 18-J continuó con su respaldo y la misma actitud tomó la agrupación más independiente, Memoria Activa. Lo consideraban una oportunidad para romper con la parálisis de la causa. Transcurrido un año, también Memoria Activa pidió el retiro del Memorándum porque Irán no mostró ninguna iniciativa para concretar el paso siguiente previsto en el acuerdo: el intercambio de cartas reversales entre los dos países.
El gobierno de Cristina Kirchner mantuvo el Memorándum sosteniendo que los acuerdos de esta naturaleza tardan tiempo en cristalizarse. El ejemplo más claro fue el convenio por el atentado contra un avión de PanAm que cayó en la localidad escocesa de Lockerbie. El ataque fue en 1988 y recién se pudo concretar el acuerdo entre Libia y Estados Unidos en 1999, tras negociaciones que encabezó Nelson Mandela. CFK y Timerman siempre consideraron que debía buscarse, con paciencia, una vía para que, de una vez por todas, la fiscalía presente las pruebas y se dirimiera su validez. La única vez que ocurrió, en Londres, tras la detención del ex embajador iraní en la Argentina, Hadi Soleimanpour, el magistrado británico consideró que las evidencias eran insuficientes.
El lunes, cuando el Ejecutivo presente el escrito, la agrupación 18-J también hará una presentación sosteniendo la apelación de defensa del Memorándum y que está en su derecho, ya que en su momento adhirieron a los escritos presentados por el gobierno de CFK. Habrá que ver qué resuelve la Cámara: si admite que 18-J siga en soledad o si considera que caído el principal apelante, la inconstitucionalidad queda firme.
El Memorándum de Entendimiento fue un acuerdo en el que hubo participación de Interpol. Las gestiones siempre tuvieron el visto bueno de la organización internacional de policías porque tanto Argentina como Irán son miembros. Una vez firmado el texto, hubo un apoyo explícito y una felicitación de Interpol a ambos países. Este diario está en condiciones de adelantar que Irán utilizaría la movida del Poder Ejecutivo para pedir el levantamiento de las capturas con alertas rojas que pesan sobre cinco iraníes. El argumento es que el Memorándum es un tratado firmado por ambos países, con el auspicio de Interpol, y que la ruptura es unilateral.
En verdad, Irán nunca mostró voluntad de avanzar con el Memorándum. Por los trascendidos publicados en la prensa de Teherán, ni el gobierno del duro Mahmoud Ahmadinejad ni el más moderado de Hassan Rouhani tenían los votos para pasar el acuerdo por el Parlamento ni tampoco hubo un visto bueno del poder religioso, encabezado por el ayatolá Alí Jamenei. Estas dificultades muestran que el Memorándum no era tan ventajoso para los sospechosos, como alegaba la oposición, pero también que no se trató de un acuerdo en verdadero desarrollo. Aun así, Irán va a usar como excusa que el retiro de la apelación es un paso unilateral y, por lo tanto, una ruptura de lo firmado.
Las capturas con alertas rojas les dan prioridad a las detenciones de los sospechosos. Luego de tortuosas negociaciones, la asamblea de Interpol las aceptó para el caso AMIA en 2006. En el último semestre de este año ya comenzaron las presiones para levantarlas y tanto la Unidad Fiscal AMIA como el juez Rodolfo Canicoba Corral tuvieron que ratificar las órdenes de captura ante Interpol, exponiendo sus argumentos.
Las alertas rojas vencen a los diez años y por lo tanto deberán ser votadas otra vez por la asamblea de Interpol el año próximo. En 2006, el principal lobbista para establecerlas fue Estados Unidos, y en aquella época tanto el gobierno de CFK como el fiscal Alberto Nisman, con la ayuda norteamericana, consiguieron que la asamblea de Interpol en Marruecos aprobara las alertas rojas por 78 votos a favor. Países como Brasil se abstuvieron y otros –más de 50– se ausentaron.
Irán ahora argumentará que Argentina rompió el acuerdo y habrá que ver qué se vota el año próximo, con Estados Unidos y los países desarrollados en un papel distinto al de hace diez años. Hoy, Washington tiene acuerdos firmados con Teherán.
Por lo pronto, ayer la AMIA y la DAIA manifestaron su satisfacción por la movida del gobierno de Macri. “No nos alegra, pero sí nos reconforta –señaló Tomas Saieg, vicepresidente a cargo de la presidencia de AMIA–. Hemos luchado para que se entendiera que el Memorándum era inconstitucional y esto llega a su fin. No podemos estar alegres, porque todavía las 85 víctimas y la comunidad judía están esperando que los responsables intelectuales y materiales comparezcan ante la Justicia por el peor atentado que sufriera la Argentina.” “Esta es una noticia excelente para la DAIA, para la comunidad judía y para toda la comunidad argentina”, celebró el presidente saliente de la DAIA, Julio Schlosser. En la Casa Rosada, tras el encuentro con Macri, también Sergio Massa mencionó que el tema fue tratado: “Hemos charlado con el Presidente para que se avance rápido en la derogación del Memorándum”.
Si finalmente la inconstitucionalidad del acuerdo queda firme, la causa AMIA seguramente se mantendrá en el lugar que estuvo en estos 21 años y en el que también estuvo en los casi tres años transcurridos desde la firma del texto. La Argentina reclamando porque Irán no colabora con la Justicia e Irán sosteniendo que la causa judicial fue un armado de los servicios de inteligencia norteamericanos, israelíes y argentinos.
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