A pocos días del traspaso presidencial, el diputado del Frente para la Victoria Máximo Kirchner reflexionó sobre el rol que le tocará ocupar al peronismo en el próximo período y aseguró que a su espacio político lo conduce la ex presidenta Cristina Kirchner. En ese sentido, consideró que el liderazgo de su madre quedó en evidencia en la multitudinaria despedida que tuvo lugar el miércoles pasado en la Plaza de Mayo y señaló que muchos sectores no tomaron dimensión de la magnitud de esa convocatoria. “Tienen que hacer una lectura correcta de la plaza del 9, que expresa territorio, cultura. El peronismo va a ir encontrando el modo y la forma de organizarse”, señaló el diputado y líder de La Cámpora.

En relación con los gobernadores peronistas, como es el caso del salteño Juan Manuel Urtubey, que a poco de que Mauricio Macri asumiera la presidencia acercaron posiciones con el nuevo gobierno, el diputado dijo que “puede ser que quieran un peronismo educado y a tamaño de lo que necesita el Presidente”, pero agregó que “está por verse, qué peronismo de oposición” habrá. Máximo Kirchner dio por descontado que “las presiones de gobernadores van a estar a la orden del día”, pero insistió en que, más allá de eso, al espacio lo conduce CFK. “Hacer futurología en el peronismo es bastante complejo, pero más allá de estas cuestiones, a mi entender y el de los compañeros, el espacio lo conduce Cristina”, insistió. Porque como “se vio en la plaza del 9, hay que tener ascendencia sobre la sociedad para conducir al peronismo”.

En declaraciones radiales, el hijo de la ex presidenta consideró que en los últimos años hubo una “estigmatización mediática” sobre la organización que conduce, La Cámpora, y que se redujo el kirchnerismo a esa expresión. En contraposición, señaló que “en la conformación del gobierno de Cristina estaban todos representados”. En esa línea, abogó por contemplar la “heterogeneidad de composición y acción” del movimiento y llamó a evitar que se conforme un “peronismo chiquito”. “Creo que hay que hacer un Frente para la Victoria grande, que incorpore muchas más visiones, que trascienda las propias fronteras del peronismo, y es muy necesario que sea un frente que incluya a todos, porque si no vamos a terminar en un partido chiquitito, que es lo que necesita este gobierno”, agregó.

Máximo Kirchner asumió hace poco más de una semana su cargo como diputado nacional y allí juró por “los que no aflojan, no aflojaron y nunca van a aflojar”. Ayer explicó que se refería a “aquellos que creyeron en Néstor cuando comenzó su gobierno y que acompañaron a Cristina en los más difíciles momentos”. “Nos tocó pasar muy difíciles momentos, desde la muerte de Néstor al lockout patronal con todas las rutas cortadas a poco de asumir Cristina, las operaciones políticas, y siempre hubo una lealtad de ojos abiertos, no una lealtad ciega, porque si algo hizo Cristina fue comunicar constantemente a su pueblo lo que estaba sucediendo”, dijo.

El diputado consideró que hubieron muchas personas que fueron acusadas de “oficialistas” y “estigmatizadas” por defender “una visión que era incluso previa al kirchnerismo” y mencionó al programa de la TV Pública 6,7,8 como uno de los casos. “Uno entiende que bancaron y van a seguir bancando porque, más allá de los nombres de los personas, de los nombres que le pongamos al espacio político, hay una idea de país”, agregó.

El diputado del FpV también se refirió al insistente pedido del ministro de Justicia, Germán Garavano, de remover a la titular de la Procuraduría General de la Nación, Alejandra Gils Carbó. “La cuestión está más que clara con la procuradora: su pliego se aprobó, no hay problema de funcionamiento, no se la cuestiona por su trabajo sino por militar políticamente”, dijo. A la vez, habló de una estrategia del “partido judicial” y de un “discurso dominante que se está llevando puesto a todo”. Por otro lado, minimizó el anuncio realizado ayer por el presidente Macri de eliminar retenciones a la exportación de maíz, trigo, girasol, carnes y productos de economías regionales y la baja en la retención de las exportaciones de la soja del 35 a 30 por ciento, y recordó que Néstor Kirchner en 2007 las había llevado al 27 por ciento, tres puntos por debajo de lo anunciado ayer.