El juez federal Ariel Lijo, a cargo de la causa Ciccone, rechazó ayer un pedido del ex vicepresidente Amado Boudou para salir del país. El juez basó su decisión en “el avanzado estado” en que se encuentra la investigación y en la “proximidad” del juicio oral. El ex vicepresidente, procesado por cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública, había solicitado permiso para viajar mañana a México, con fecha de regreso el 31 de enero próximo.

“Cabe destacar que hasta la semana pasada Amado Boudou se desempeñó como vicepresidente de la Nación y que los delitos que se le atribuyen habrían sido cometidos durante el ejercicio de su función, lo que implica que le sea exigible un mayor compromiso para sujetarse al presente proceso penal”, argumentó Lijo.

Apenas un día después del cambio de gobierno, Boudou perdió la protección que le otorgaban los fueros por su cargo institucional, por lo que el juez dictaminó el 11 de diciembre que el ex vicepresidente debía ser autorizado por el juzgado para salir del país, condición que afrontan todos los ciudadanos procesados. Hasta el día del cambio de gobierno, Boudou gozaba de la misma protección de los fueros de la que goza el presidente Mauricio Macri, también procesado.

El juez contradijo la resolución previa del fiscal de la causa, José Di Lello, que no había encontrado “objeciones” para dejar salir del país a Boudou. Para Lijo, “la gravedad institucional” de los delitos que se le imputan al ex vicepresidente Boudou y “la necesidad de avanzar de manera rápida y efectiva” para iniciar el juicio oral hicieron inviables los 46 días de viaje. “Ponen en riesgo la investigación”, advirtió el magistrado en el cierre del fallo.