EL PAíS
“Este es el tiempo de Kirchner y al hombre hay que darle libertad”
José Pampuro, ministro de Defensa y viejo amigo de Duhalde, fustigó sorpresivamente la actitud del ex presidente y de su mujer por criticar la política oficial hacia los piqueteros.
Si algo parece seguro respecto de la polémica en torno de la forma en que se debe tratar a los piqueteros, es que la relación entre el ppresidente Néstor Kirchner y el matrimonio Duhalde ya no volverá a ser lo que fue. Uno de los integrantes del gobierno nacional que se creía incondicional del ex presidente, el ministro de Defensa, José Pampuro, demostró ayer su salto a las filas del kirchnerismo explícito. Pampuro consideró que en la aparición de Eduardo Duhalde y de su esposa Hilda “Chiche” González pidiendo mayor dureza con los piqueteros existió “un exceso de protagonismo” y también consideró “verdaderamente bochornoso” que se ventile ese tipo de diferencias por los medios. Pampuro, quien se inició en la política como el médico personal de Duhalde, esta vez no estuvo al lado del ex presidente para controlarle la presión.
La saga de declaraciones en referencia a este tema no se detiene pese a que ya lleva unos cuantos días. El puntapié lo dio Chiche el viernes, cuando aseguró que el Gobierno había “dejado avanzar” a los piqueteros y que se hacía necesario “volver a poner orden”. Al otro día, su esposo, irónico, opinó que la gestión Kirchner trataba a los piqueteros con “manos de seda”.
El Presidente se puso furioso con la seguidilla de declaraciones y pidió al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, que salieran a contestar. Hasta ese momento, entre Kirchner y Duhalde habían existido fricciones pero nunca con ese nivel de exposición. Tampoco habían dejado que duraran tanto, antes siempre salía alguien a desmentirlo.
En sus respuestas, los funcionarios nacionales subrayaron que las muertes de los piqueteros Maximiliano Kosteki y Darío Santillán se habían producido en una represión ordenada durante el gobierno de Duhalde y que esos asesinatos habían sido la principal causa por la que se vio obligado a adelantar las elecciones presidenciales. “Pedir represión es no recordar la historia reciente de la Argentina”, sostuvo el jefe de Gabinete.
El ministro del Interior, Aníbal Fernández, fue el fin de semana al domicilio de los Duhalde en Lomas de Zamora para aclarar los tantos, pero su gestión no resultó muy fructífera. Luego, él y Chiche salieron hablando de malos entendidos y de interpretaciones intencionadas de los diarios, pero no tuvieron eco en la Rosada. Kirchner no quiere amplificar la controversia pero tampoco tiene interés en acercar posiciones.
Pampuro estaba interesado en descartar que estuviera interesado en convertirse en mediador entre el Presidente y su ex paciente. Con todo, reconoció que el fin de semana ambos lo habían llamado por teléfono. Kirchner, supuestamente, para averiguar sobre las intenciones que se escondían detrás de la ofensiva del matrimonio. Duhalde, también supuestamente, para aclararle que lo que había salido en los diarios no era lo que había dicho. Al parecer, quería que Pampuro le llevara el mensaje al Presidente. “Tanto el Presidente como Duhalde hablan cuando quieren, así que no necesitan mediadores”, respondió ayer Pampuro.
El ministro de Defensa, habitualmente parco y obediente cuando se trata de hablar de política en público, ayer rompió el molde. Fue muy crítico con los Duhalde por ventilar sus diferencias. “A veces es bueno que los disensos se charlen privadamente, pero cuando salen así, a hacerse públicos, y se manifiestan de la manera que lo han hecho esta última semana, es verdaderamente bochornoso”, sentenció. Con todo, Pampuro aclaró que la relación personal entre Kirchner y Duhalde sigue siendo “armónica, normal y buena”, lo mismo que la suya con el ex presidente. “Sigo siendo su amigo personal”, puntualizó.
Pero fuera de esa salvedad, Pampuro castigó duro a su ex jefe. Consideró que su aparición y la de su esposa pecó de “exceso de protagonismo” y pidió tranquilidad. “Este tema específico había que plantearlo privadamente y no por los medios de comunicación, porque es un tema en el que después se montan algunos dirigentes, sobre todo que conducen ciertasorganizaciones, a veces las más violentas, en una valentonía y confrontación con el Gobierno que potencian esta situación”, respondió.
El ministro habló luego de un acto militar en Puerto Madero en el que compartió la tribuna con el Presidente. “Este es el tiempo de Kirchner y hay que darle libertad y tranquilidad para que el hombre exprese y siga adelante con sus proyectos”, siguió Pampuro, en un tono cercano al reto. “Si queremos hacer las cosas bien, hay que dejar de hablar, ponerse a trabajar y, sobre todo, hacer cosas que ayuden y no entorpezcan”, cerró.
Su ex paciente ayer tampoco salió a responder. Alejado de los cortes de calle que tanto lo alteran, Duhalde llegó ayer a Brasilia para embarcarse en una gira con el presidente Lula y abogar por el Mercosur.