El Grupo de Curas en Opción por los Pobres criticó el “notable desprecio por las instituciones” del gobierno de Mauricio Macri, advirtió que “está en serio riesgo la vida del pueblo trabajador y en especial de los pobres” y que “hablar de pobreza cero” y de “‘mantener lo que se hizo bien’ es una mentira”. El grupo que coordina el cura Eduardo de la Serna alertó que “detrás de la máscara de la pluralidad” se implantó “una suerte de totalitarismo informativo” y manifestó su dolor por “el silencio cómplice de los obispos” de la Iglesia Católica, “que parecen desconectados del sufrimiento de los trabajadores y no perciben que la calidad democrática está en peligro”. “Esto no es una verdadera democracia por más que los gobernantes sean legítimos”, concluyó.

El documento se titula “Ante esta hora crucial del país” y analiza “los primero 30 días de gobierno de la Alianza Cambiemos”. “Observamos una actitud de revancha de clase, superioridad intelectual, cinismo y discriminación en las intervenciones públicas de muchos funcionarios –incluyendo al Presidente– en referencia a los militantes, el gobierno anterior, la clase trabajadora, el costo de la vida y los despedidos”, arranca. “Percibimos un notable desprecio por las instituciones, con procedimientos en algunos casos ilegales y en muchos casos antidemocráticos, con una fuerte indiferencia por el acuerdo y el consenso que representa el debate parlamentario”, y cita como ejemplo la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada en el Congreso y ratificada por la Corte Suprema y “eliminada por un caprichoso DNU”.

“Se ha instalado con prepotencia un gobierno de facto donde las fuerzas de seguridad evitan que se cumpla la ley y se intenta imponer por decreto –con manifiesta parcialidad– a dos jueces de la Corte Suprema”, advierten los sacerdotes, al tiempo que remarcan que designación “en muchos ministerios (de) empresarios que hasta ayer trabajaban en las empresas que hoy deben controlar”. También señalan que la política económica prioriza “los intereses de los sectores productivos más ricos que tienen fortunas en dólares”, alienta “la especulacion financiera y los capitales golondrina” y perjudica “la producción -y obviamente el trabajo- nacional, la pequeña y mediana empresa”. Y agregan que el endeudamiento externo “sólo beneficia a los prestamistas y se pagará con el trabajo de los pobres”.

“Se ajusta por el salario, hay despidos masivos y compulsivos, sin revelar los criterios de selección y sin decir cómo se crearán nuevos puestos de trabajo”, advierten los curas. “Se extorsiona con el miedo a perder el empleo para desalentar las negociaciones paritarias. Se camina por la cornisa de la persecución ideológica hurgando en las redes sociales de los trabajadores, avasallando la privacidad y estigmatizando a los despedidos. Se habla desde un pretendido limbo político donde lo ideal es ‘no tener ideología’, algo que lisa y llanamente es una mentira para absolutizar la propia ideología y eliminar cualquier otra”, destacan. “Se ha implantado una suerte de totalitarismo informativo donde detrás de la máscara de la pluralidad se han callado las voces opositoras y los medios –recordando una frase del beato Oscar Romero– ‘están vendidos y no dicen la verdad’”, apuntan. Destacan que son ignorados los derechos a la información y al salario digno y que “vivimos un estado policial rodeados de mentiras, amenazas y extorsiones”. “Hablamos en defensa de los pobres y desde el Pueblo de Dios, y nos duele una vez más el silencio cómplice de los obispos”, concluyen.