Antes de viajar al Foro Económico de Davos, adonde llegará hoy, el presidente Mauricio Macri defendió la detención de la dirigente social jujeña Milagro Sala al sostener que “hubo jueces independientes de Jujuy que no me consultaron ni a mí ni al gobernador (Gerardo Morales) por las causas pendientes de esta dirigente” y resaltó que “tiene varias causas en las que viola la ley”. También justificó el uso repetido de los decretos de necesidad de urgencia que viene haciendo en que se trata de “un instrumento que es constitucional y legal”. Además, aseguró que mantendrá el reclamo sobre la soberanía de las islas Malvinas pero, a poco de reunirse con el primer ministro británico David Cameron, adelantó que buscará “empezar una nueva era en las relaciones con el Reino Unido”.

Como adelanto de su viaje a Suiza, que funcionará como su presentación a nivel internacional, Macri dio una entrevista conjunta a periodistas de El País (España), Le Monde (Francia), The Guardian (Reino Unido) y La Stampa (Italia). Durante la conversación, desde su despacho, podían escuchar los cantos de las agrupaciones políticas y sociales que el lunes se movilizaron a Plaza de Mayo para reclamar la liberación de Milagro Sala. Su detención fue una de las preguntas que le hicieron durante la entrevista.

“A mí me parece bien que los jueces se animen a defender el valor de la ley. Si ellos creen que se viola la ley no tiene que haber favoritismos por más poderosos que sean los que juzgan, como el caso de Milagro Sala que parecía que alguien con tanto poder nadie se iba a animar. Hace mucho tiempo que se hablaba de los abusos de poder de Milagro Sala y violaciones a la ley. Si hay jueces que han decidido que eso que el periodismo comentaba es verdad, esto confirma que hay jueces dispuestos a hacer respetar la ley”, respondió Macri.

Fue uno de los temas sobre los que más se explayó. En otras respuestas fue mucho más sintético. Por ejemplo, cuando lo consultaron si promovía “un nuevo autoritarismo” con su manera de gobernar por decreto durante el mes que lleva como presidente. “Estoy usando un instrumento constitucional, no estoy inventando nada. No puede ser autoritario si es constitucional. Estamos empezando, sólo han sido unos pocos decretos, el Congreso está en receso. Vuelvan cuando haya usado más de cien”, buscó justificarse. La última frase, hay que suponer, fue una ironía.

Otro punto de la entrevista fue sobre el encuentro que mantendrá mañana con David Cameron, el primero en mucho tiempo entre un presidente argentino y un primer ministro británico. “Nosotros vamos a seguir con el reclamo de que las islas son argentinas, pero intentaré empezar una nueva era en las relaciones con el Reino Unido”. Agregó: “Quiero sentarme y comenzar a hablar sobre el tema, pero mientras tanto buscar de qué maneras podemos cooperar”.

En cuanto a su visión internacional, planteó que busca tener buenas relaciones con el mundo entero, algo que colocó como uno de sus objetivos de su viaje a Davos. “Necesitamos inversiones. Argentina vuelve al mundo, a ser protagonista de un mundo que se compromete a trabajar en temas de pobreza, cambio climático, terrorismo, corrupción, narcotráfico. Vamos a ser un país predecible. El que venga a invertir sabrá que se van a respetar sus derechos si respeta las leyes argentinas. El cambio que han votado los argentinos tiene que ver con eso”, sostuvo. Aseguró que no se quiere meter con lo que sucede en otros países pero que “la única situación con la que no puedo estar de acuerdo es que no se respeten los derechos humanos en Venezuela”.

Fue crítico del kirchnerismo para explicar los despidos masivos en el Estado. “La administración anterior usó al Estado para contratar a sus partidarios en vez de a la gente que fuera capaz de trabajar”, dijo. “No creemos en el Estado como un bastión de la militancia. No vamos a llegar pobreza cero sin un Estado que funcione. Hemos recibido un Estado desmantelado, con mucha incompetencia. Se abandonó el esfuerzo por convocar a los mejores. Vamos a privilegiar los que trabajan bien”, afirmó.

En referencia al fiscal Alberto Nisman, habló sobre la desclasificación de información del Estado para que “los jueces se sientan libres de actuar. Si hubo interferencias políticas en esta investigación, ya no las hay”. No quiso opinar acerca de si a Nisman lo mataron o se suicidó. “No tengo la suficiente información”, se excusó.

Macri también evitó definirse ideológicamente, aunque tampoco lo molesta que lo definan como de centroderecha. “Que cada uno defina como se sienta cómodo. Pero la gente no me ha votado por una decisión ideológica, sino porque creyó que podemos generar mejores condiciones para los argentinos. Entiendo que haya algunos para los que el peso del siglo XX es mayor que el XXI”.