José Pedraza, el ex secretario general de la Unión Ferroviaria que fue condenado por el crimen del militante Mariano Ferreyra, obtuvo el beneficio de la prisión domiciliaria por supuestos problemas de salud. “Los poderosos terminan siempre disfrutando de privilegios”, dijo Pablo Ferreyra, legislador y hermano del joven asesinado en 2010 por una patota de ferroviarios. Cuando lleva cumplido un tercio de la condena a quince años de prisión, Pedraza, de 72 años, consiguió la autorización para completar la pena en su domicilio: fue trasladado desde la cárcel de Ezeiza hasta un departamento en el piso 35º de una torre ubicada en Bulnes al 2700, casi Avenida del Libertador, en el barrio porteño de Palermo. Ahí mismo se manifestaron ayer a la tarde militantes y amigos de Ferreyra. También ahí, dirigentes del PO rechazaron la decisión tomada por el Tribunal Oral en lo Criminal 21, con voto dividido: los jueces subrogantes Liliana Barrionuevo y Horacio Barberis aceptaron el pedido de la defensa de Pedraza, a partir de un informe del médico de parte; mientras que el juez Diego Barroetaveña estimó que el ex líder de la UF “no es un enfermo al que la privación ilegal de la libertad” le impida recomponerse con el tratamiento médico adecuado.