EL PAíS › EL MINISTRO IBARRA ACOMODO A SU ESPOSA EN RTA
Para justificar miles de despidos, el ministro de Modernización, Andrés Ibarra, habló de “ñoquis” y acomodados políticos, pero él acomodó a su esposa en un alto cargo en RTA.
El ministro de Modernización, Andrés Ibarra, encargado de “revisar” los contratos y concursos de miles de empleados públicos, le consiguió trabajo a su mujer, Carla Piccolomini, en la gerencia de Radio y Televisión Argentina (RTA) salteándose el concurso, lo que ha sido un argumento usado por el ministro para estigmatizar el trabajo de los miles de funcionarios que está despidiendo. Desde hace por lo menos un mes, según pudo averiguar Página/12, la esposa del ministro desembarcó en la empresa que administra los medios públicos tras ser nombrada a dedo como directora de relaciones institucionales, sin haber concursado el cargo. Por su tarea, Piccolomini recibirá un sueldo bruto de 90 mil pesos. Cerca de Ibarra intentaron desligar cualquier injerencia del ministro en la designación, pese a que ayer trascendió que el responsable del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, era reacio a realizar la designación y terminó por ceder ante las presiones del ex gerente del grupo Socma.
Hasta ayer, el trámite administrativo de Piccolomini no estaba terminado, por lo que en la página web oficial de RTA su cargo permanece como “sin designar”. Tampoco fue publicado en el Boletín Oficial. De todas formas, varios de sus compañeros de trabajo la vieron moverse por los pasillos del edificio de Figueroa Alcorta, aunque a raíz de lo reciente del cambio de gestión en el canal, aún no tiene tareas definidas, ni tampoco una oficina fija.
Piccolomini tiene una intensa militancia en el PRO, ligada a cargos de menor relevancia que fue ocupando en distintas áreas de la administración porteña. Fue candidata a diputada nacional número 14 por la provincia de Buenos Aires en la lista de Cambiemos, que encabezó Fernando Niembro hasta su renuncia, envuelta en denuncias de corrupción. Trabajó como asesora de prensa en la legislatura porteña en 2009 y fue nombrada por el propio Ibarra en el Ministerio de Modernización porteño en 2013, cuando ya estaba casada con el ministro. Antes, trabajó en el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y en el Ministerio de Educación, donde conoció a Ibarra, que ocupaba por ese entonces (año 2010) la gerencia de recursos humanos de ese ministerio. Desde el entorno de Ibarra se aferraron a esa trayectoria, que tiene poco que ver con una gerencia de RTA, para remarcar “las carreras independientes” de ambos miembros de la pareja.
Desde el Ministerio de Modernización, Ibarra conduce el proceso de despidos en el Estado nacional, que supera los 8 mil empleados, muchos de los cuales se desempeñaban en programas y secretarias sensibles en materia de derechos humanos y políticas públicas de inclusión, de control de precios o investigación de delitos financieros, que quedaron desmantelados. El discurso público que esgrime el ministro cada vez que debe dar explicaciones por esta cacería se basa en el supuesto objetivo de lograr “un Estado eficiente” y generar “otro concepto de empleo público”. Para ello, se propuso investigar a aquellos trabajadores con afinidad con el kirchnerismo, quienes al ser despedidos fueron acusados de “ñoquis” y denunciaron ser parte de una persecución política. Desde su entorno, se hicieron cargo de la “desprolijidad” y la “contradicción” que generan para la imagen del ministro la designación de su mujer en un cargo de alto rango en la administración pública, en tanto contradice con su propio ejemplo las supuestas justificaciones detrás de los despidos. Previo a la marcha del miércoles convocada por ATE, Ibarra aseguró que en marzo podrían darse de baja otros 25 mil contratos.
El de Ibarra no es el único caso de nepotismo de la gestión macrista. La prima de Gabriela Michetti, María Alejandra Illia, ascendió dos categorías en el Senado de manera repentina desde el 10 de diciembre. Enrique Pinedo, hermano de Federico, jefe de la bancada del PRO en el Senado, fue designado simultáneamente en dos cargos, también en la Cámara alta. Carolina Azzi entró al Ministerio de Cultura de la mano de su esposo y titular de la cartera, Pablo Avelluto, quien paralelamente despidió a 500 empleados. El escándalo llegó a los programas de chimentos. La lista se completa con un caso border. Inés Zorreguieta, hermana menor de la reina de Holanda e hija del ex ministro de Agricultura durante la última dictadura militar Jorge Zorreguieta, cobra más de 40 mil pesos dentro de la estructura de Presidencia de la Nación.
Informe: Matías Ferrari.
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