“Lo he soñado mar afuera/ en unas islas glaciales/ que nos digan lo demás/ la tumba y los hospitales”, cantó Teresa Parodi, subida al escenario del Club Premier, los versos de la “Milonga del Muerto”, un poema escrito por Jorge Luis Borges en 1982. “Una de tantas provincias/ del interior fue su tierra/ no conviene que se sepa/ que muere gente en la guerra”, entonó la ex ministra de Cultura ante un centenar de combatientes, familiares y militantes que llenaron la sala, cerca del Parque Centenario, para conmemorar el Día del Veterano de Guerra y los Caídos en Malvinas. “Lo sacaron del cuartel/ le pusieron en las manos/ las armas y lo mandaron/ a morir con sus hermanos”, siguió. Cada verso del poema, en el que Borges confiesa, fiel a una de sus obsesiones, “envidia y pena” por los muertos en combate, retumbaba en el ánimo de quienes compartieron un homenaje íntimo entre abrazos de reencuentro, y que concluyó con todos los presentes cantando al unísono “vamos a volver”, esta vez con un doble significado.

“Hoy nos une el orgullo y el dolor”, dijo sobre la fecha el vicedirector del Museo Malvinas, Mario Volpe, quien tomó el micrófono para enumerar las reivindicaciones pendientes de los ex combatientes: conocer la identidad de los 123 cuerpos sin identificar enterrados en el cementerio de las islas y que pueda juzgarse a los comandantes por torturas, vejámenes y asesinatos cometidos contra los soldados durante la guerra. En ese punto, repudió el fallo de la Corte Suprema en contra del reclamo. Luego, como a casi todos los que se subieron al escenario, le tocó recitar un poema, y el público escuchó los versos con que el ex combatiente Carlos Giordano describe escenas de la guerra.

El periodista y autor de Iluminados por el Fuego, Edgardo Esteban, fue el encargado de presentar a los artistas y referentes: el cantaautor Ignacio Copani, la cantante Liliana Herrero y la actriz Luisa Kuliok; la ex embajadora en el Reino Unido, Alicia Castro; el presidente del Parlasur, Jorge Taiana, el ex secretario de Asuntos Relativos a Malvinas, Daniel Filmus y el secretario general de UTE, Eduardo López; la ex legisladora porteña Gabriela Cerruti, y el director de Iluminados por el Fuego y ex director de RTA, Tristán Bauer.

“Menos mal que a Macri las Malvinas le parecen un gasto más, como dijo hace un tiempo, si no estaría echando gente también allá”, ironizó Liliana Herrero antes de lanzarse a cantar a Aníbal Zampallo y a Atahualpa Yupanqui, acompañada por su guitarrista Pedro Rosi, hijo de un ex combatiente.

La rosarina no fue la única en referirse a la posición del Presidente respecto del reclamo de soberanía sobre las islas. Gustavo Pirich, de la Asociación Combatientes de Malvinas por los Derechos Humanos, relató su encuentro con Macri ayer a la mañana durante la ofrenda a los caídos: “Le expresé mi preocupación por los hijos de combatientes despedidos. `Todo no se puede` me contestó”. “Quieren desmalvinizar por una razón: Malvinas dejó una lección, y es que tenemos enemigos, que son la OTAN, el Reino Unido y los Estados Unidos”, dijo Pirich.

“Nunca hay que abandonar el reclamo por la soberanía”, sostuvo Manuel Giordano, quien recordó el viaje a las islas en 2014 con su padre, como parte de una comitiva de ex combatientes y familiares que visitaron el campo de batalla y el cementerio. “No fuimos a pasear. Queríamos ver la base que tiene la OTAN en las islas, las plantas perforadoras de petróleo de los ingleses, y lo comprobamos”, describió.

En el mismo sentido se expresó Filmus. Consultado por Página/12, advirtió sobre la omisión en la que incurrió el Gobierno al difundir el reciente fallo de la ONU que amplía la soberanía marítima argentina. “Hay un punto importante que no puede pasar inadvertido: a partir del fallo, que reconoce dos partes en litigio, ninguno de los dos países puede establecer bases militares, ni explotar la pesca ni los hidrocarburos. Estamos perdiendo una oportunidad importante de profundizar ese planteo por los recursos de 40 millones de Argentinos si el Gobierno no hace nada”, señaló.

“Ahora cantemos todos juntos”, pidió Parodi una vez que volvió a colgarse la guitarra para darle cierre del acto. Con un escenario colmado, palmas y dedos en V alzados, los combatientes cantaron: “Que tu voz se levante, que la suelte el viento, y que suene a victoria, cuando rompa el silencio”.

Informe: Matías Ferrari.