En un medio de un clima de regocijo interno por un hecho que creen le genera réditos políticos, la detención del ex secretario de Obras Públicas del kirchnerismo, José López, con más ocho millones de dólares en efectivo generó las obvias expresiones de rechazo en el Gobierno. El presidente Mauricio Macri aseguró que se trataba de “un hecho bochornoso”, mientras que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, destacó que “parecía una escena de película, va a tener que dar explicaciones”. El ministro de Justicia, Germán Garavano, aseguró que “el Gobierno está sorprendido por el nivel de impunidad” con que se movía el ex funcionario.

Macri transmitió las novedades apenas comenzó la reunión de Gabinete, ayer temprano. “Escuchen bien lo que tengo para decirles, no se puede entender”, inició su relato el Presidente. Minuto antes había conversado por teléfono con la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal quien le relató el insólito incidente que derivó en la detención de López.

Apenas finalizó la reunión con los ministros, Peña encabezó una conferencia de prensa junto al titular de la cartera de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, en la que apuntó que “en primer momento la información nos tomó por sorpresa pero que evidencia los graves problemas de corrupción que hubo en el manejo de obras públicas durante la gestión anterior”. El jefe de Gabinete manifestó su “asombro” por la detención de López en el marco de una “situación de película”, en la que el ex funcionario además de millones de dólares y joyas también tenía un arma de guerra entre sus cosas.

Luego, Macri viajó a Salta donde compartió otro acto con el gobernador del PJ, Juan Manuel Urtubey. “La transparencia nos va a alejar de episodios bochornosos como el que nos hemos amanecido hoy, que estamos todos sorprendidos. Estamos cambiando claramente y está bueno que pongamos a la luz todas las prácticas que queremos erradicar en Argentina”, señaló Macri en la localidad de Cerrillos, desde donde presentó el Plan País Digital.

Fuera de los micrófonos, los funcionarios macristas transmitíabn euforia y evaluaban que la noticia cambiaba el escenario político. Por un lado, por la difícil posición en la que quedaba el peronismo en general y el kirchnerismo en particular. Por el otro, porque seguramente generaría una mayor simpatía social hacia la gestión macrista que no consigue levantar cabeza y cuenta con varios tropiezos en sus primeros seis meses.

“Queremos que la justicia actúe rápidamente, más allá de los casos que están pendientes”, señaló el ministro Garavano y agregó que se trataba de “un escándalo, basado en un nivel de impunidad que no tiene más espacio, ahora esperamos que la justicia actúe rápidamente”. El ministro de Educación, Esteban Bullrich, intentó con la ironía: “acá no hubo magia, hubo curro”, dijo. “Se podrían construir diez jardines de infantes, y de ese modo garantizarle a 2.500 chicos el acceso a las salas de 3, 4 y 5 años”, apuntó e insistió en que “se curraron mucha, mucha, mucha plata y tiene que aparecer. Tenía guardados diez jardines de infantes en su casa esta persona. Este señor tenía ocho millones y medio de dólares guardados en algún lado, esta es la impunidad con que se movían”. “Imágenes de ex funcionarios enterrando plata de la corrupción nos hace pensar: ¿cuántas obras se podrían haber hecho en la última década?”, se preguntó el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, en su cuenta de Twitter y abogó por “hacer un país serio y previsible, donde el que las hace, las paga”.