Lun 20.06.2016

EL PAíS  › DETUVIERON EN LA TRIPLE FRONTERA A IBAR PéREZ CORRADI, PRóFUGO POR EL TRIPLE CRIMEN DE GENERAL RODRíGUEZ

No dejó huellas, pero igual lo encontraron

Ibar Pérez Corradi fue detenido en un departamento de Foz de Iguazú. Estaba prófugo desde 2012 acusado como ideólogo del triple crimen. Se había hecho borrar las huellas digitales, portaba documentos falsos y vivía con su mujer y dos hijos pequeños.

Después de permanecer más de cuatro años prófugo por el Triple Crimen de General Rodríguez, Ibar Esteban Pérez Corradi fue detenido ayer en un departamento céntrico de la ciudad brasileña de Foz de Iguazú. Casi inmediatamente fue trasladado a Paraguay, donde se iniciará el proceso de extradición a la Argentina, previa toma de declaración por una causa de cohecho para falsificar documentos.

Según informó en conferencia de prensa la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Pérez Corradi, de 38 años, “había pagado 50 mil dólares” y le habían “borrado todas las huellas digitales” para evitar ser identificado; también indicó que llevaba una cédula paraguaya con un nombre falso.

Carlos Broitman, uno de los abogados de Pérez Corradi, explicó que su defendido fue detenido ayer por la mañana, en un departamento de un edificio situado en Floriano y Rui Barbosa, a la vuelta del shopping Mercosul, en pleno centro de Foz de Iguazú, en la zona de la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil.

Allí, el empresario farmacéutico se encontraba junto a su esposa de nacionalidad paraguaya de nombre Gladys y los dos hijos que tiene con esta mujer, una nena de tres años y un bebé de cuatro meses que, según Broitman, tiene “un problema de salud muy complejo”.

Pérez Corradi fue localizado por hombres de la Agencia Federal de Inteligencia que siguió los movimientos de Gladys, quien se encargaba de llevar al bebé a distintos hospitales y sanatorios para que sea asistido y practicarle exámenes médicos.

El seguimiento comenzó a mediados de marzo, y la semana pasada los agentes viajaron a la triple frontera para compartir datos con las fuerzas de seguridad e inteligencia paraguayas y brasileñas que concretaron la captura en el mencionado domicilio.

“Apenas es detenido, él le da un beso a su hijo más chiquitito y le dijo a su esposa que se comunicara conmigo y la mujer me llamó para avisarme”, explicó Broitman y contó que su defendido luego fue llevado a una delegación de las fuerzas de seguridad federales brasileñas.

Las primeras fotografías de Pérez Corradi detenido en esa sede lo muestran con el pelo rapado y barba candado, vestido con una remera negra de mangas cortas, un jean claro y zapatillas oscuras.

Broitman aseguró que Pérez Corradi declaró que había ingresado a Foz de Iguazú a través de Ciudad del Este, por lo que el Ministerio del Interior paraguayo pidió la inmediata extradición a ese país, por lo que se dispuso el traslado en avioneta hacia Asunción.

“Pérez Corradi estaba arreglando su entrega a Paraguay para ser trasladado a Argentina, esta fue la última información que yo manejé –explicó el abogado–. Ahora comprendo que no se quiso entregar en forma inmediata porque el bebé de cuatro meses tiene un problema de salud muy complejo y lo estaban hospitalizando y llevando a hacerle una serie de exámenes médicos”.

Según Broitman, en esos movimientos llevados a cabo por Gladys fue que los agentes de inteligencia pudieron localizar al prófugo que “tenía varios domicilios”. “El no quería pasar otro día sabiendo que no podía tener contacto hasta lo último con su hijo menor”, añadió el abogado que esta tarde viajaba a Asunción junto a su colega Juan José Ribelli para tomar contacto personal con su defendido. “Vamos a solicitarle a la Justicia paraguaya que facilite la tarea para que pueda venir a Argentina”, dijo Broitman.

Protegido con un casco y chaleco antibalas, Pérez Corradi arribó al aeropuerto Silvio Pettirossi de la capital paraguaya ayer alrededor de las 13, donde se lo sometió a una revisión médica. En la terminal aeroportuaria lo recibieron el ministro del Interior Francisco de Vargas y la fiscal Sandra Quiñonez, quien el 9 de junio pasado había pedido su detención por falsificar documentos de identidad en Paraguay para poder permanecer prófugo. Según la investigación de Quiñonez, se supone que Pérez Corradi había pagado 200.000 dólares a cambio de una cédula de identidad y un pasaporte originales, a nombre de Walter Miguel Ortega Molinas, un joven fallecido en 2002 en un accidente. Luego de descubrirse el pago, toda la cúpula de la dependencia policial implicada fue descabezada y se dispuso la detención de dos suboficiales a quienes Quiñonez procesó por “supuesta comisión de los hechos punibles de producción de documentos no auténticos, producción inmediata de documentos de contenido falso y cohecho pasivo agravado”.

Según la fiscal, Corradi dijo que se trataba de un error y que él no tenía nada que ver con la persona que buscaban. “¿Por qué vas a borrar tus huellas si sos una persona libre de toda culpa?”, le respondió Quiñonez. Corradi entonces pidió seguridad. “Entró en contradicción, ya que si fuera Gómez no tendría de qué preocuparse”, dijo la fiscal. Pero “me buscan mucho”, respondió el detenido. “¿Quién?”, volvió a preguntar Quiñonez, según declaró la misma fiscal a los medios paraguayos. “Usted sabe quién soy”, agregó Corradi, con lo que la fiscal interpretó que “al final reconoció” ser el argentino buscado.

Hoy, Corradi será llevado a declarar a la sede de la Fiscalía Antisecuestro, en Asunción.

La ministra Bullrich dijo que dialogó telefónicamente con la fiscal Quiñonez y que ésta le transmitió que el Código Procesal de su país le permite “allanar” el trámite de las causas “secundarias”, como la que tiene ella, cuando existe otra “fundamental” como la del Triple Crimen de General Rodríguez. “El fiscal de Estado (de Paraguay) Javier Díaz Verón me ha comunicado que va a comenzar de manera inmediata el proceso de extradición”, continuó la ministra.

Según Bullrich, al momento de la detención, Pérez Corradi “se había borrado todas las huellas digitales” para evitar ser identificado y tenía “una cédula a nombre de Alvarez Molina”.

“Hay un acta en Brasil en la que una persona declaró que fueron cincuenta mil dólares los que pagó Pérez Corradi para que le hagan el raspaje de todas las huellas. El objetivo era borrar totalmente su identidad”, indicó la ministra.

Al contrario de lo que opinaron los abogados del detenido, Bullrich sostuvo que su “decisión era vivir en la clandestinidad, con otro nombre, distinto a la identidad que se había descubierto en Paraguay”.

Por su parte, el ministro paraguayo De Vargas remarcó que el acusado fue trasladado desde Foz de Iguazú a Asunción bajo “estrictas medidas de seguridad” y que permanecerá alojado en una “celda privada” de la Agrupación Especializada de la Policía Nacional.

En tanto, los familiares de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), las víctimas del triple crimen de General Rodríguez, expresaron su “alivio” y “satisfacción” por haberse concretado la captura de Pérez Corradi, quien estaba prófugo como presunto autor intelectual del triple crimen desde marzo de 2012.

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