En el gobierno de Cambiemos son días de festejo. Primero, la alegría contagiosa de los funcionarios tuvo como motivo la detención del ex secretario de Obras Públicas José López en una situación que parecía salida de un sueño macrista: en un convento con casi nueve millones de dólares sin declarar. Ayer el clima de alegría tuvo que ver con la detención de Ibar Pérez Corradi. Pero no sólo porque se anotaron la detención de un prófugo, sino también porque en el oficialismo estiman que esto salpicará al kirchnerismo, luego de la denuncia de campaña del año pasado en la que uno de los condenados por el Triple Crimen en General Rodríguez vinculó al ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández como uno de los supuestos autores intelectuales.

Más allá de los festejos esperables por la detención de un prófugo que estuvo cuatro años escapando de la Justicia, el análisis que hacen en el Gobierno de la detención de Pérez Corradi apunta al kirchnerismo. “Es posible que involucre a Fernández, pero también a funcionarios del Sedronar y a los que recaudaban para la campaña”, advirtió un ministro a Página/12. El funcionario, no obstante, se mostró cauto e indicó que hay que esperar al avance de la causa judicial. “De acuerdo a la Justicia provincial, la cadena se cortaba en Pérez Corradi. Nosotros queremos ir a fondo contra todos los cómplices. Pero veremos qué hace Servini de Cubría”, indicó sobre la jueza que instruye la causa.

Los distintos funcionarios y dirigentes de Cambiemos que hablaron ayer parecieron ir en la dirección planteada en Balcarce 50. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se mostró esperanzada en que Pérez Corradi apunte “hacia arriba”. “Si Pérez Corradi tiene para aportar hacia arriba, esperamos que lo haga. La ley del arrepentido depende de la persona y de la Justicia, porque este tipo de causa tiene que ver con el narcotráfico. Queremos ir hasta el último eslabón de la cadena”, indicó la ministra en una conferencia de prensa. “Es el fin de una etapa muy oscura de la Argentina y el resultado de la persistencia de un Gobierno que ha decidido terminar con la impunidad. La impunidad de los que robaron, de los que asesinaron, de los que llenaron de efedrina y de droga nuestro país, de los que creyeron que el Estado era de ellos”, destacó Bullrich. La funcionaria no avanzó más sobre las repercusiones políticas que en distintos despachos del Gobierno calculaban ayer que podría tener esta detención.

Quien se ocupó de explicitar las esperanzas del oficialismo fue Graciela Ocaña, legisladora porteña de Confianza Pública, un bloque que tiende a acompañar al PRO en las votaciones. “Es muy importante la declaración de Ibar Pérez Corradi, ya que puede apuntar a las cabezas políticas que protegieron y ampararon la venta de droga por más de 500 millones de dólares y llegar más allá de los ex secretarios de Néstor y Cristina Kirchner y los hermanos Zacarías, implicando a figuras como ‘La Morsa’ y otros ex funcionarios de Cristina”, indicó la legisladora.

Ocaña recordó que Martín Lanatta aseguró el año pasado que uno de los autores intelectuales del Triple Crimen, apodado “La Morsa”, era Aníbal Fernández. El entonces candidato a gobernador negó los cargos, recordó que en declaraciones anteriores Lanatta había dicho no conocerlo y sostuvo que se trataba de una operación de campaña. La polémica se reiteró con la fuga de Lanatta y los otros dos condenados por el Triple Crimen al comienzo de la gestión de Mauricio Macri.

“Luego de años de impunidad, Pérez Corradi fue finalmente detenido donde todos sabían que estaba: en la zona de la Triple Frontera. Durante todos estos años, con la protección del kirchnerismo y de la policía paraguaya, Pérez Corradi se dedicó al tráfico de drogas entre Perú, Paraguay, Brasil y Argentina”, aseguró Ocaña, quien estimó que el detenido “es una pieza clave en el engranaje de la venta ilegal de efedrina a los cárteles mexicanos”.

La ex ministra de Salud advirtió que “una parte de la financiación de la campaña kirchnerista de 2007 provino de fondos aportados por laboratorios, uno de ellos propiedad de los asesinados en el Triple Crimen, que colaboraron a partir de sus negocios con la efedrina”. Desde el Gobierno, esperan que esos vínculos se ramifiquen y queden expuestos por el nuevo detenido.