Los trabajadores de la empresa recuperada RB, que la semana fueron reprimidos con gases lacrimógenos y balas de goma cuando intentaron reingresar a la fábrica, volverán a reunirse hoy frente al edificio de Paraná 1725, en Martínez, para dar una conferencia de prensa e intentar entrar pacíficamente a su lugar de trabajo.

La rueda de prensa fue convocada para las cuatro de la tarde. Además de hablar con los medios, integrantes de las organizaciones sociales que acompañarán la movida harán una volanteada en la zona, destinada a los vecinos. La intención, señaló Eduardo Murúa, del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas (MNER), es dar a conocer la situación que atraviesan “tras haber sufrido un desalojo a pesar de que hay una ley de expropiación vigente en favor de la cooperativa”.

El desalojo fue ordenado a pedido de un acreedor hipotecario. La fábrica de relojes de precisión había sido reabierta por sus trabajadores en el 2004. En 2007, la Legislatura bonaerense aprobó una ley de expropiación, que en 2012 prorrogó por otros cinco años, hasta 2017.

En el medio se originó el conflicto actual. Tras la sanción de la ley que declara de utilidad pública a una empresa, hay un plazo para que el estado pague la expropiación. En este caso –como en muchos otros de la provincia de Buenos Aires–, el pago aún no se concretó, dejando a la cooperativa en un estado de incertidumbre sobre su futuro. En este contexto, señaló Murúa, “los trabajadores tuvieron un abogado que los convenció de que la ley de expropiación de 2007 se iba a caer”. Así, en 2008 una parte de ellos aceptó firmar un acuerdo con un acreedor hipotecario, que se ofreció a comprar el lugar y les prometió darles trabajo si renunciaban a sus derechos.

La recuperada, en medio de cimbronazos y dos desalojos, siguió finalmente produciendo, hasta que el Juzgado Comercial N° 9 en primera instancia y luego la Cámara Nacional Comercial de Apelaciones fallaron en favor del demandante, “tras sostener que la ley de expropiación era abstracta”, indicó el titular del MNER.

Con el desalojo de la cooperativa, las máquinas quedaron dentro de la fábrica, a pesar de no estar en litigio, aunque vale aclarar que los trabajadores reclaman tanto el lugar como las maquinarias.

“Queremos seguir haciendo lo que mejor sabemos, trabajar”, señaló Ricardo Perea, presidente de la Cooperativa RB, que convocó a los medios a hacerse presentes para “visibilizar que no somos delincuentes o violentos”.

Los trabajadores anticiparon que la semana próxima montarán una carpa frente a la fábrica para reforzar el reclamo por las fuentes de trabajo y las acciones legales que impulsan en defensa de la continuidad de la cooperativa.