EL PAíS › REPRIMIERON A MANIFESTANTES QUE QUERIAN ACERCARSE A MACRI EN MAR DEL PLATA
La represión se produjo antes del acto del Presidente, que fue abucheado durante su discurso. Cuando la comitiva presidencial se retiró del lugar se registraron nuevo incidentes. El Gobierno puso el eje en que el auto de Macri fue apedreado.
Mauricio Macri estuvo ayer en Mar del Plata. Lo que sobresalió de su paso por esa ciudad no fueron las obras que allí anunció, sino los incidentes que rodearon su visita y que comenzaron con la represión a un grupo de manifestantes que quería acercarse al lugar donde habló para plantearle que “los más humildes no pueden afrontar el ajuste feroz”. Dirigentes de derechos humanos desplegaron, a su vez, una gran bandera argentina con fotos de desaparecidos, Macri fue abucheado durante su discurso y a su salida del acto hubo nuevos disturbios en torno a la comitiva presidencial. El Gobierno puso el eje en que el auto de Macri fue apedreado, rápidamente se instaló esa idea y se apuntó contra la agrupación HIJOS, que negó cualquier participación en los hechos. Dirigentes oficialistas, opositores y otros que están a mitad de camino repudiaron la “agresión” al Presidente y le expresaron su solidaridad, pero sólo unos pocos destacaron que reprimir “no es el camino”. Esa fue la línea de un pronunciamiento del Partido Justicialista, que remarcó que “hoy los medios nos devuelven imágenes de represión en las calles, y no es con represión como se resuelven los problemas sociales que tenemos; por el contrario, se agudizan, se profundizan”.
Los incidentes fueron el barrio Belisario Roldán, donde Macri lanzó con María Eugenia Vidal el Plan Nacional de Hábitat, pensado para mejorar la situación habitacional de los sectores más vulnerables. Ante la presencia del Presidente y la gobernadora bonaerense allí se dirigieron integrantes de la organización Votamos Luchar con la intención de hacerles “escuchar la voz de los más humildes que no podemos afrontar el ajuste feroz”, pero la policía les cerró el paso y los reprimió con balas de goma y gases lacrimógenos. “Hay algunos compañeros heridos. Dispararon a unos metros de los compañeros, entre ellos mujeres con bebés”, contó Ezequiel Francomano, miembro de esa agrupación.
Integrantes de organismos de derechos humanos también se movilizaron con una gran bandera argentina con rostros de desaparecidos para rechazar lo dicho por Macri acerca de la dictadura y que no tiene “idea” de si hubo 30 mil desaparecidos.
Macri habló poco. “Sí, se puede”, lo alentaron sus seguidores, aunque también hubo abucheos. Macri tomó nota de ellos y llamó a “poner la energía en construir y no para agredir”. “Aquellos que creen que el camino es la agresión, tienen que entender que el camino es el respeto al otro. En vez de sumar apedrean”, insistió después en Sierra de los Padres, donde inauguró una planta empaquetadora de kiwis. Allí lo acompañó el jefe de bloque de senadores del PJ-FpV, Miguel Pichetto. “Desmentimos enérgicamente las acusaciones de Clarín y La Nación”, afirmó en un comunicado la agrupación HIJOS, a la que responsabilizaron por la “agresión”. “En 21 años de lucha, jamás hemos ejercido la violencia, ni siquiera cuando todos los genocidas caminaban impunes por las calles”, remarcó HIJOS, que también advirtió sobre la intención del Gobierno de retroceder en materia memoria, verdad y justicia y agregó: “Pretenden tapar el plan de hambre y exclusión del Gobierno con acusaciones falsas sobre las organizaciones del pueblo. Eso es violencia: la mentira, la persecución política, la represión y la pobreza.”
Sin mencionar una sola palabra de la represión previa al acto, funcionarios y dirigentes de Cambiemos repudiaron las “agresiones” a Macri y cargaron las tintas sobre el kirchnerismo. “Una alternativa política no se construye tirando piedras, sino con propuestas para resolver los problemas de la gente”, se sumó al coro el líder del Frente Renovador, Sergio Massa.
Desde el peronismo se solidarizaron con Macri el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y el intendente de San Martín, Gabriel Katopodis, con un matiz: destacó que “no debemos tolerar la represión a las manifestaciones sociales, ese no es el camino. Debemos escuchar y respetar el reclamo de la gente.”
En esa sintonía estuvo el documento el Partido Justicialista, que también se hizo eco del informe de la UCA sobre el aumento de la cantidad de pobres. “Se registra un aumento de la pobreza, la indigencia, la desocupación, la precarización laboral y profundización de la desigualad social”, señaló el PJ y le reprochó al Gobierno hacer “oídos sordos a los reclamos provenientes de los distintos sectores de la sociedad que le reclaman cambios en el modelo de ajuste salvaje”. Además, llamó a “descartar el uso de la fuerza para reprimir a los sectores más vulnerables”.
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