EL PAíS › TENSIóN ENTRE RADICALES Y SOCIALISTAS EN SANTA FE
El lanzamiento de Cambiemos en esa provincia puede derivar en la fractura del Frente Progresista. Además, dividió las aguas dentro del propio radicalismo.
› Por Juan Carlos Tizziani
A mediados de 2014, Mauricio Macri invitó a Mario Barletta y a otros radicales santafesinos a sumarse a su proyecto: “Si hay un acuerdo, ustedes son el PRO en Santa Fe”, les dijo. Por entonces, Barletta era el presidente de la UCR y lo unía a su interlocutor el mismo afán antiperonista de terminar con el ciclo iniciado en 2003. A dos años de aquella propuesta, radicales y macristas lanzaron esta semana Cambiemos en Santa Fe. Las tensiones internas derivadas de esa decisión metieron al Frente Progresista, gobernante desde 2007, en un brete que puede derivar en la fractura entre el radicalismo y el socialismo el año que viene o en 2019.
Barletta es un adelantado en la alianza con Macri que hoy continúa su mejor alumno, José Corral, quien lo sucedió en la intendencia de Santa Fe en 2011 y en la presidencia de la UCR. La presentación de Cambiemos Santa Fe, con una cúpula integrada por macristas y radicales, entre ellos Barletta y Corral, alienta a preguntarse si el operativo no tiene una segunda etapa para llegar al gobierno de la provincia sin los socialistas. Barletta ya sugirió que el divorcio será inevitable si todos los partidos del Frente no se asocian a Cambiemos. El gobernador Miguel Lifschitz confía que el quiebre no se producirá durante su mandato que termina en 2019 porque el dique de contención es su gabinete, donde la mitad de los ministros son radicales y dos de ellos responden a Corral. El jefe del bloque de diputados socialistas, Rubén Galassi, coincide con esa hipótesis “en lo inmediato”, pero advirtió que “en el futuro, estos senderos se van a bifurcar porque tenemos miradas distintas sobre cómo construir la sociedad”.
Aquel primer diálogo Macri-Barletta fue mucho antes de la convención radical de Gualeguaychú que aprobó la alianza con el PRO, en marzo de 2015. De los 17 convencionales por Santa Fe, cinco votaron la candidatura de Macri y sólo uno de ellos era operador de Barletta.
Los contactos siguieron en junio de 2015, cuando Barletta especulaba con integrar la fórmula del PRO en Santa Fe o completar el binomio presidencial. Macri ratificó su compromiso con Miguel Torres del Sel y eligió a la vicepresidenta Gabriela Michetti. Pero este año, mandó al cómico como embajador en Panamá, en una movida que Corral imagina favorable a su candidatura a gobernador en 2019.
Las tensiones de la campaña recrudecieron esta semana con la presentación de Cambiemos Santa Fe. En la UCR conviven tres sectores: el grupo Universidad, que lidera Corral; MAR, que responde al presidente de comité provincial, Julián Galdeano; y NEO, que lidera el vicegobernador Carlos Fascendini. Sólo los dos primeros integran la mesa de Cambiemos.
La relación de fuerzas es una incógnita. Hasta ahora, los tres evitaron la disputa en las urnas para dirimir la mayoría. El único antecedente es el resultado de Gualeguaychú.
En la cúpula de Cambiemos Santa Fe tres delegados son del grupo Universidad (Corral, Barletta y el diputado Hugo Marcucci), dos de MAR (Galdeano y el diputado Santiago Mascheroni) y el sexto, el senador Hugo Rasetto, quien lidera una fracción local en su departamento.
En el bloque de los ausentes forman el NEO (que aglutina a Fascendini, a su antecesor Jorge Henn y a la mayoría de legisladores, intendentes y dirigentes territoriales); la línea del diputado Fabián Palo Oliver o referentes como la ex vicegobernadora Griselda Tessio.
La escalada siguió esta semana en la Cámara de Diputados, donde se votó un rechazo a Macri porque llamó “guerra sucia” al terrorismo de Estado y dijo “no tener idea si los desaparecidos fueron 30.000”. La mayoría de los radicales se sumaron al repudio junto a sus colegas del Frente Progresista, el peronismo y la izquierda. Solo dos se fueron del recinto antes de votar: Galdeano y Héctor Gregoret.
En este clima, la propuesta de Macri a los radicales para ser “el PRO en Santa Fe” metió una cuña de pronóstico incierto. Barletta, Corral y Galdeano ya dieron el sí. Pero la alianza es resistida por tres vicegobernadores (Fascendini, Henn y Tessio), el sector de Oliver y los referentes de NEO que aseguran que la mayoría se inclinará por preservar el Frente Progresista.
Los operadores de Macri ya le pidieron a Corral y Barletta integrar las listas de Cambiemos en 2017 y 2019 con candidatos de la UCR y el PRO. Si esto ocurre, Henn dijo que los ministros radicales de Lifschitz asociados a la movida deberían salir del gabinete. “Cambiemos no es una alternativa al Frente Progresista. Si están convencidos de semejante dislate, que asuman la responsabilidad de elegir en qué lugar están. Nosotros ya sabemos: en el Frente Progresista”, en defensa “de los intereses de la provincia” y no como “justificadores del ajuste” de Macri, planteó Henn.
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