Un ex empleado de la fiscalía que tuvo a su cargo la investigación del atentado a la AMIA en 1994 reveló que los testigos que se presentaban a declarar eran espiados por la SIDE, que instaló una cámara oculta en un perchero de la oficina del entonces juez a cargo de la causa, Juan José Galeano, según declaró ayer ante el Tribunal Oral Federal que juzga el encubrimiento del atentado. Ese procedimiento permitía a la secretaria de inteligencia que comandaba Hugo Anzorreguy saber el rumbo de las declaraciones que se volcarían en el expediente cuando ya estaba en marcha la orden del entonces presidente Carlos Menem de desviar la pesquisa enfocada sobre los empresarios de origen sirio libanés Kanoore Edul, muy próximos a su familia. Los datos fueron aportados por Gabriel Yuri, secretario de la fiscalía federal a cargo de Eamon Mullen y Jorge Barbaccia, en la audiencia 47 del juicio ante el Tribunal Oral Federal 2 por el encubrimiento del atentado, un proceso en el que están acusados, además del ex presidente, el jefe de la SIDE, y los ex fiscales, el ex juez Galeano, ex espías y policías.