No fue una mera ceremonia de recordación. A siete años del asesinato del reportero gráfico José Luis Cabezas, familiares y compañeros realizaron ayer un acto en la cava ubicada a 11 kilómetros de Pinamar en la que apareció sin vida su cuerpo el 25 de enero de 1997, y expresaron su repudio a la reducción de penas dispuesta por el Tribunal de Casación bonaerense para los condenados por el homicidio. Si se confirma, esa resolución puede dejar a varios de ellos en libertad durante este año.
“No cambien la carátula de la causa”, exigió la madre del fotógrafo, Norma Cabezas, en un pedido que apunta directamente a la Justicia provincial, que hace apenas dos meses decidió dar una nueva calificación a la investigación, con lo que redujo las penas de los imputados al incluirlos en la órbita de la “ley del dos por uno”.
Entre los mismos pastizales arenosos que ocultaron las llamas que devoraron el auto y el cuerpo esposado de Cabezas, se desarrolló una misa celebrada por el cura Pablo Etchepareborda, en la que participaron sus padres Norma y José y su hermana Gladys. En la ceremonia religiosa, distendido y de sport, estuvo presente además el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien aseguró que el Gobierno será “implacable con cualquier acción que se acerque a un hecho de estas características (ver recuadro)”.
De pie junto a la cruz y al busto que recuerdan al periodista en el lugar en que fue asesinado, Norma Cabezas reiteró el pedido que lleva adelante desde hace meses para evitar que los asesinos de su hijo queden en libertad, lo que puede ocurrir durante el 2004 con varios de ellos. La madre del fotógrafo de Noticias llegó a amenazar tiempo atrás con quitarse la vida ante esta posibilidad. El abogado Alejandro Vecchi, representante legal de la familia del reportero, señaló que esa modificación en la condición de detención de los acusados fue posible porque la Cámara de Casación bonaerense realizó una “curiosa interpretación” de la ley al favorecer a los condenados por el homicidio, a través de la cual “se transformó una condena de reclusión perpetua en una condena divisible”.
Al cumplirse el séptimo aniversario del asesinato que conmocionó al país y puso en el centro del escenario político a la “maldita policía”, la causa se encuentra en estado de apelación frente a la decisión de la Cámara de Casación. Los familiares plantearon también la inconstitucional de la aplicación de la ley del dos por uno, que posibilitaría a los condenados recuperar la libertad a partir de este año al computar doblemente el tiempo que estuvieron detenidos bajo el régimen de prisión preventiva. “Esperamos –dijo Vecchi– que en los próximos días la causa vuelva a Casación para que resuelva finalmente la Suprema Corte de Justicia de la provincia”, que deberá confirmar o revocar lo dispuesto por ese tribunal.
Aunque fue el más simbólico, el de Pinamar no fue el único acto que se desarrolló al cumplirse el nuevo aniversario. Hubo además una ceremonia en la Reserva Ecológica de la Costanera, en la que amigos y compañeros de Cabezas descubrieron una placa en memoria del reportero. Uno de sus organizadores fue el periodista Gabriel Michi, quien acompañaba a Cabezas en la cobertura del verano en Pinamar durante la temporada de 1997. Michi se sumó a las críticas a las recientes actuaciones judiciales sobre los acusados e instó “a que toda la sociedad mantenga vivo el recuerdo de José Luis Cabezas”.
En el homenaje de la Costanera participaron representantes de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires (Utpba), de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (Argra) y de la Federación de Trabajadores de la Comunicación (Fetracom).