EL PAíS
› VOTO ELECTRONICO OBLIGATORIO EN EL SENADO
La reforma que se viene
Daniel Scioli aseguró ayer que no se iniciarán las sesiones en el Congreso hasta que se ponga definitivamente en marcha el sistema del voto electrónico obligatorio. Así lo informaron fuentes del Gobierno luego del encuentro que el vicepresidente mantuvo con los directivos de la Asociación Conciencia, la organización no gubernamental que trabaja en la reforma política.
Scioli, en su rol de titular de la Cámara alta, se planteó un plazo de 90 días para realizar una “profunda reforma administrativa” y aplicar “medidas de transparencia” a fin de cambiar radicalmente la imagen negativa que pesa sobre el Senado tras el escándalo de los sobornos.
El vicepresidente quiere dar una vuelta de página y demostrar que las diferencias entre el viejo y el nuevo Senado no se vislumbrarán únicamente a través del cambio de apellidos. En un reciente reportaje con Página/12, Scioli hizo un juego de palabras para expresar que sus planes no tienen freno y que éstos implicarán limpiar la imagen que pesa sobre el recinto. “Los cambios en el Senado no tienen retorno”, dijo entonces.
El mecanismo del voto electrónico ya está instalado. Ahora sólo falta que se ponga en marcha. Y eso es lo que le expresó a la Asociación Conciencia. “Vinimos a apoyar estos nuevos cambios en el Senado. Nos parece un paso muy importante”, resaltaron la presidenta y la directora de esa organización no gubernamental, Lucrecia Sánchez de Lacroze y Silvia Rueda de Uranga, respectivamente.
Luego de la reunión realizada en Casa Rosada dijeron que Scioli les confió que “uno de sus mayores deseos es que el Senado sea visto con la mayor dignidad”, luego del escándalo desatado por el pago de coimas en la aprobación de la reforma laboral que investiga la Justicia.
Los cambios anunciados por el vicepresidente incluyen, además del voto electrónico, la transmisión televisiva de todas las sesiones y la creación de una página en Internet con información permanente del trabajo de los senadores.
También plantea cambios administrativos para ahorrar recursos y la eliminación de tareas superpuestas y la incorporación de profesionales para mejorar la labor de las comisiones legislativas, entre otras medidas.
“El camino para cambiar la imagen del Senado es demostrar que hay una total transparencia. Este es el momento de poner las reglas porque todos los senadores deben estar deseando limpiar esta situación”, resaltó Sánchez de Lacroze.