A la extensa lista de funcionarios del Gobierno, empresarios afines al macrismo, bancos, compañías de servicios, medios periodísticos y automotrices que ganaron con el dólar futuro, ahora hay que agregar a Boca, un club de fútbol. En el balance que trató anoche su asamblea de representantes y que arrojó un superávit de 28.962.734 pesos, de esa suma, 22.830.220 se corresponden con la apuesta que realizó su comisión directiva en el mercado de valores. Previsor, su presidente Daniel Angelici –destacado lobista judicial de la alianza Cambiemos– consiguió que su gestión cerrara el ejercicio 2015-2016 con ese margen favorable. Opositores al dirigente criticaron la maniobra a la que calificaron como “timba”. Tratándose de él no parecería despectivo el término, porque su actividad privada son los juegos de azar. Pero lejos sí está de los objetivos que debe cumplir una asociación civil sin fines de lucro. La ilegitimidad de la operatoria está a la vista. Su presunta ilegalidad se debería determinar en tribunales si el tema se judicializara.

Ayer al mediodía el ex vicepresidente boquense y dirigente peronista Roberto Digón denunció que el club había comprado dólar futuro: “Lo primero que debe determinarse es si esto implica algún delito. Pero está claro que se trata de una falta de ética total. Porque esa inversión se hizo como si el club fuera una empresa. Angelici ya se maneja igual que si administrara una sociedad anónima. Porque digo: si mañana el resultado se diera al revés y Boca hace una operación en la que pierde veinte, treinta o cuarenta millones, ¿qué pasaría?” Digón también señaló que “no hubo ni una reunión de comisión directiva para aprobar la compra”.

Boca realizó la operación de dólar futuro por intermedio del Banco Francés el 9 de diciembre de 2015, según les informó el oficialismo de Angelici a asambleístas que pidieron información sobre la maniobra. Uno de ellos, José Palazzo –representante por la minoría– le explicó a Página/12 que “el mercado a término cerró el 30 de noviembre de 2015 y se reabrió el 17 de diciembre, según informó la Comisión Nacional de Valores. Por eso llama mucho la atención cuándo Boca hizo la compra: el 9 de diciembre, un día antes de que asumiera Macri la presidencia y cuando el dólar futuro no se podía adquirir. Además, al 15 de diciembre la conducción del club cerró lo que se llama un balance de corte y la operatoria de dólar futuro no estaba imputada en el ejercicio”.

Palazzo, quien integra la agrupación de Digón, coincidió con él en que “esto lo puede hacer una empresa pero nunca una asociación civil”. Agregó que “el oficialismo no nos entregó la documentación de la operación que pedimos, pero la exigiremos en la asamblea para aprobar el balance”. Al cierre de esta edición, anoche se desarrollaba ese encuentro en la Bombonera donde varias agrupaciones y movimientos internos del club presentaron un documento conjunto que rechaza a las sociedades anónimas en el fútbol y en particular, en Boca.

La compra de dólar futuro fue una operatoria se puso en práctica durante el gobierno de Cristina Kirchner. A partir de una denuncia del senador Federico Pinedo y el diputado Mario Negri de la alianza Cambiemos contra la ex presidenta y la réplica judicial de legisladores kirchneristas contra funcionarios actuales en otra causa por el mismo tema, se disparó un conflicto político de raíces económicas que se está dirimiendo en la Justicia federal.

Tras la devaluación aplicada por Macri apenas asumió la presidencia, se conoció la lista de sus beneficiarios. Ahí aparecieron en primera fila funcionarios del gobierno nacional como el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, y el jefe de asesores de la Presidencia José Torello. El fiscal federal Jorge Di Lello los está investigando, al igual que a empresas de amigos del presidente como el desarrollador Nicolás Caputo. Él y Torello son dos inseparables de Macri desde que cursaban estudios en el colegio Cardenal Newman.

En la lista de compradores de la divisa figuran también bancos como el Santander, Galicia y Macro, Ford y Renault entre las automotrices, compañías de servicios como Telefónica y Telecom, Cablevisión y el diario La Nación y alimenticias como Arcor y Mastellone. No ganaron unos pesos, ganaron millones.

Ahora se descubrió que Boca, el club donde el actual presidente de la Nación dio sus primeros pasos hacia su carrera política, se benefició con el dólar futuro como tantos amigos del poder. En este caso, tratándose de una sociedad civil, le sirvió para maquillar un balance que de otro modo hubiera dado un resultado más magro. La situación ocurre cuando ese tipo de asociaciones centenarias –dueñas de una historia que no pueden igualar ciertas sociedades anónimas– sufren un ataque desproporcionado de los pregoneros del libre mercado. Personajes formateados a imagen y semejanza de los que ganaron con la timba del dólar a término.

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