EL PAíS
› EL PRESIDENTE KIRCHNER
ANUNCIO QUE LA ESMA SERA DEDICADA A LA MEMORIA
El emblema del horror se convertirá en museo
En una reunión con los organismos defensores de los derechos humanos, el presidente Néstor Kirchner se comprometió a que el próximo 24 de marzo, cuando se cumplan veintiocho años del último golpe militar, la Escuela de Mecánica de la Armada se transformará en el Museo de la Memoria.
› Por Victoria Ginzberg
Es el emblema del terrorismo de Estado implementado por la última dictadura militar. El ex presidente Carlos Menem amenazó con demolerlo y con ese gesto inició un debate que cerró ayer el presidente Néstor Kirchner con una decisión política. La Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) ya no será parte del patrimonio de los marinos, será un espacio donde la sociedad recordará los crímenes de la represión ilegal. Kirchner se comprometió a implementar esa medida el 24 de marzo de este año, cuando se cumplan 28 años del golpe de Estado de 1976.
A principios de diciembre, mientras se llevaba a cabo la marcha de la resistencia en Plaza de Mayo, varios organismos de derechos humanos se entrevistaron con el Presidente. En esa oportunidad Kirchner se comprometió a abrir los archivos oficiales de todas las reparticiones en las que pudiera haber datos que ayudaran a establecer el destino de los desaparecidos. Cuando terminaba la reunión, Marcelo Brodsky, de Buena Memoria, le preguntó: “Y con la ESMA ¿qué hacemos?”. “Bueno, vamos a averiguar sobre el tema”, fue la respuesta rápida del Presidente en ese momento. Pocos días después Kirchner llamó a Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, quien había participado de la entrevista. Le dijo que estaba interesado en el tema de la ESMA. A partir de ese momento, las agrupaciones de derechos humanos retomaron los proyectos sobre los que venían trabajando desde 1998.
Ayer, en una nueva entrevista con Kirchner, éste confirmó que allí se instalará un espacio donde funcionará el Archivo de la Memoria. “Es un día muy emocionante. Los viejos no se esperaban ver esto en vida”, dijo a Página/12 Brodsky, cuyo hermano desaparecido fue visto en la ESMA.
Kirchner fue el primero en hablar en la reunión de ayer, de la que participaron catorce integrantes de organismos de derechos humanos. El Presidente anunció que la ESMA dejaría de pertenecer a la Armada y que el lugar sería preservado. “Aunque ya sabíamos a lo que íbamos, fue muy emocionante escuchar el anuncio de boca del Presidente. Se lo veía sinceramente emocionado. Fue muy importante que los familiares hicimos hincapié en que la recuperación de la ESMA no era un tema personal sino que era una recuperación para toda la sociedad”, aseguró a este diario Matilde Mellibovsky, de Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora. Un momento fuerte del encuentro fue cuando Lila Pastoriza, de Memoria Abierta y sobreviviente de la ESMA, describió el centro clandestino y los diferentes lugares del predio en los que los prisioneros fueron mantenidos encapuchados, torturados y obligados a trabajar como mano de obra esclava. Kirchner aseguró que no conocía el lugar pero que planeaba visitarlo antes del 24 de marzo.
“Esto no es un acto de revanchismo, sino una preservación de la memoria histórica como forma de recuerdo y enseñanza para las generaciones futuras. He recibido instrucciones del Presidente para comenzar el estudio de las medidas necesarias e iniciar las conversaciones con el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra (ya que el predio pertenecía a la Municipalidad), y con el ministro de Defensa, José Pampuro, para avanzar en una solución definitiva que esperamos pueda estar resuelta antes del 24 de marzo”, precisó el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien participó de la reunión.
Las agrupaciones entregaron al Presidente un documento en el que solicitaban “la recuperación del predio con todos los edificios que contiene, y que sus instalaciones sean destinadas al ámbito civil del Estado”. Señalaban que “las dependencias que fueron usadas como centro clandestino de detención, tormento y exterminio, deben ser declaradas sitio histórico y preservadas sin alteraciones para conservar las huellas de los hechos que allí ocurrieron, constituirse en testimonio permanente para las futuras generaciones y resguardar su carácter probatorio para los procesos judiciales”. Añadieron que no debían alterarse los terrenos aledaños “por la posibilidad de que allí hayan sido enterrados cuerpos de los detenidos desaparecidos de la ESMA”. Finalmente, destacaron que “la mejor reivindicación a los desaparecidos, y a los ideales por los que lucharon y murieron, será cambiar el destino del resto de los edificios, transformándolos en instituciones dedicadas a la educación en derechos humanos vistos en su integridad y a la práctica de los mismos”.
Otros organismos de derechos humanos que no concurrieron a la entrevista de ayer –como la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos (AEDD) o la Liga Argentina por los Derechos del Hombre– planean pedir otra reunión con Kirchner. Adriana Calvo, de la AEDD, explicó que están de acuerdo con la recuperación de la ESMA y que su principal interés es la preservación del lugar tal como está para que pueda contribuir a las causas judiciales actualmente en trámite.
Los organismos de derechos humanos reclaman desde hace años que en los sitios que fueron utilizados como centros clandestinos de detención se instalen espacios de memoria y educación. En 1996, dos concejales propusieron crear el Museo de la Memoria Nunca Más en el Olimpo, en Floresta. La medida no sólo no prosperó sino que hasta hoy sigue funcionando allí la Planta Verificadora y la Sección Mantenimiento de Automotores de la Policía Federal.
La posibilidad de que la ESMA (por donde se calcula que pasaron más de cinco mil desaparecidos y nacieron decenas de niños que fueron apropiados) fuera un museo surgió en enero de 1998, cuando Menem firmó un decreto en el que anunciaba el traslado de la Escuela a Puerto Belgrano y proclamó que ese lugar se convertiría en “un espacio verde de uso público y el lugar de emplazamiento de un símbolo de la unión nacional”. El anuncio recibió tal repudio que la medida nunca se concretó y en cambio se comenzó a hablar de la recuperación del lugar. Graciela Lois y Laura Bonaparte, familiares de desaparecidos, presentaron un recurso ante la Justicia que, en una decisión que fue ratificada por la Corte Suprema, impidió la demolición del edificio. “Aunque se trate de hechos horrorosos que causan vergüenza (tanto por la mayoría silenciosa que no participó como por quienes los ejecutaron y todavía se resisten a proporcionar datos que permitan esclarecer el destino de quienes fueron torturados y luego desaparecidos), se debe comprender que se trata de expresiones de nuestra cultura y que el testimonio emblemático que los recuerda también forma parte de nuestro patrimonio cultural”, afirmó el juez federal Ernesto Marinelli.
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