EL PAíS
› MENSAJE DIRECTO DEL PAPA AL GOBIERNO ARGENTINO
Cuidado con eso del aborto
Fue la sorpresa de la presentación de credenciales del nuevo embajador ante el Vaticano, ayer en Roma.
Para Bielsa, no es “una intromisión.”
› Por Washington Uranga
El papa Juan Pablo II aprovechó ayer la ocasión de recibir las cartas credenciales del nuevo embajador argentino ante el Vaticano, el dirigente sindical de ATE y activo militante católico Carlos Custer, para enviar un reclamo a las autoridades argentinas. El Papa pidió que “custodien con esmero” el valor de la vida humana “desde su concepción hasta su término natural”, “atajando prontamente los múltiples intentos de degradar, más o menos veladamente, el bien primordial de la vida convirtiéndolo en mero instrumento para otros fines”. En el marco de un discurso en el que Juan Pablo II destacó las buenas relaciones entre la Santa Sede y la Argentina, el Papa exhortó a las autoridades a “proteger y favorecer la familia”, agradeció al gobierno argentino por su posición en ese sentido en algunos foros internacionales y lo invitó a “proseguir en esta trayectoria”. El canciller argentino Rafael Bielsa no se pronunció sobre el contenido del mensaje, pero afirmó que “no es una intromisión en asuntos internos.”
Las palabras del Papa al recibir a Custer pueden entenderse como una nueva reafirmación de lo declarado aquí por parte de las autoridades eclesiásticas argentinas. Los obispos locales ven así ratificada su posición contra la despenalización del aborto y las uniones civiles de personas del mismo sexo y a favor de la familia. El debate sobre el tema cobró nueva relevancia con motivo de la postulación de Carmen Argibay para la Corte Suprema de Justicia. La jueza se declaró a favor del aborto y ese pronunciamiento despertó críticas de algunos sectores de la Iglesia Católica.
Si bien, como también lo manifestó Custer en el discurso de presentación ante el Papa, las relaciones entre la Argentina y la Santa Sede atraviesan por un muy buen momento, y en el orden interno hay una fluida relación de cooperación entre el Gobierno y la jerarquía católica, a los obispos les preocupa la posibilidad de que avance una norma que despenalice el aborto. El Vaticano mantuvo muy buenas relaciones con la Argentina durante el gobierno de Carlos Menem, logrando que el país se convirtiese en una de las pocas naciones de todo el mundo en acompañar a la Santa Sede en sus posiciones sobre temas de familia, sexualidad y aborto en los foros internacionales. Ahora, el Vaticano no quiere dejar de ejercer la mayor presión para que la cancillería argentina no modifique en adelante esa posición.
Por otra parte, el discurso del Papa refleja las ideas que le fueron alcanzadas desde Buenos Aires, respetando un antiguo dicho conocido en la jerga eclesiástica: “De Roma viene lo que a Roma va”.
Custer, al igual que el embajador saliente, Vicente Espeche Gil, proviene de las filas de la Iglesia Católica, donde ha tenido responsabilidades importantes e incluso designaciones del propio Vaticano. Le corresponderá ahora una delicada tarea para equilibrar los intereses argentinos y las posiciones doctrinales de la Iglesia Católica Romana. En su discurso ante el Papa, Custer pidió el respaldo del Vaticano para solucionar el problema de la “pesada deuda externa” y elogió la acción de Juan Pablo II a favor de los derechos humanos, de la justicia social y de la paz.
Desde Caracas, donde se encuentra acompañando al presidente Néstor Kirchner, y nuevamente apenas pisó Buenos Aires, el canciller Rafael Bielsa sostuvo que “es común y permanente que el Papa opine” sobre debates que se plantean en los diferentes países. Esto es porque Juan Pablo II “además de ser jefe de Estado, es el padre de una religión y no me parece ni fuera de lugar ni una intromisión en asuntos internos”. El canciller argentino, que el próximo 11 de marzo se reunirá en Roma con el Papa, aseguró que “el proyecto de ley de Salud Reproductiva argentina es la respuesta más elocuente a lo que pide el Santo Padre”. Bielsa viajará al Vaticano para, entre otros temas, preparar la visita que el presidente Néstor Kirch-ner haría en breve a la Santa Sede.