El secretario general del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación, Rodolfo Daer, y quien lo secunda en ese cargo, Fernando Giménez, cruzaron ayer acusaciones en el marco de la puja que mantienen por el control de ese gremio. Giménez afirmó que operarios de Terrabusi “repudiaron y echaron de la fábrica” a Daer, quien lo desmintió y atribuyó esos dichos a un intento de “copar” el sindicato con “gente extraña” de la Corriente Clasista y Combativa (CCC).
“Los trabajadores de Terrabusi lo echaron de la empresa porque no lo quieren en el gremio a partir de su falta de representatividad”, dijo Giménez, y aseguró que el titular de la CGT “jamás visitó Terrabusi, la empresa más importante del gremio, durante los últimos 18 años y ahora fue a hacer campaña electoral en el marco de las próximas elecciones”.
Daer no demoró en su réplica. “Es absolutamente mentira. Estos señores que siguen a Giménez están amenazando de muerte a las delegadas Cristina Rojas y Gabriela Reynoso”, denunció, además de reclamarle al secretario adjunto del gremio “que armen lista y compitan democráticamente y, entonces, ya se verá qué deciden los afiliados. No es posible aplicar la política del patoterismo permanente y amenazar de muerte a los compañeros”. El secretario general de la CGT sostuvo también que Giménez pretende “copar” el gremio con “gente extraña” y que “se nutre únicamente de algunos delegados de base pertenecientes a la Corriente Clasista y Combativa”.
Oficialistas y opositores del gremio de la alimentación sostienen desde enero último una dura puja por el control de la organización, después de que Daer convocara a un Congreso para actualizar los estatutos.
“Hemos presentado todas las impugnaciones al Congreso trucho e ilegal ante el Ministerio de Trabajo, por lo que aguardamos que la autoridad de aplicación defina el conflicto”, explicó Giménez y recordó que también se reunió por ese tema con el ministro del Interior, Aníbal Fernández.