EL PAíS
“El nombramiento de Krueger no es una complicación para Argentina”
Aníbal Fernández, habitual vocero del Gobierno, sostiene que la flamante titular del FMI “no es un cuco” para el país y que, por ser representante de EE.UU., debería dar su apoyo.
› Por Diego Schurman
–¿Cómo tomó la asunción de Anne Krueger al frente del FMI?
–Con soda.
Aníbal Fernández se ríe de su ocurrencia. Parece una forma de alivianar el peso que significó en la Casa Rosada el nombramiento de la funcionaria, famosa por su intransigencia. El ministro del Interior insiste, ahora fuera de broma. “Krueger no es un cuco para este Gobierno. Es la representante de Estados Unidos y Estados Unidos nos va a ayudar.” Suena a deseo, más que a certeza.
–¿Por qué “va a ayudar”?
–Porque el Gobierno hizo lo que tenía que hacer. Desde el punto de vista técnico tiene todo resuelto: muy bien diez, felicitado.
–¿Y desde el punto de vista político?
–¿Qué pasa con la decisión política? En el Grupo de los Siete hay países que tienen peso específico determinado y algunos países que ya oportunamente dieron su veredicto. Inglaterra, Italia y Japón ya habían planteado su oposición a la quita del 75 por ciento en el pago de la deuda privada.
–No es poco.
–Pero el gobierno argentino ya dijo lo que es capaz de hacer. Puede pagar en esas condiciones, no en otras. Si dice otra cosa por ahí deja satisfecha alguna oreja pero es la crónica de un default anunciado. Este es el escenario real.
–¿Qué significa el cambio de autoridad del FMI?
–Yo nunca he visto a Horst Köhler como a un enemigo de Argentina. Y Anne Krueger es la representante de los Estados Unidos.
–Si usted dice que Estados Unidos ayudará al Gobierno, y después resulta que Krueger es la representante de los Estados Unidos, da por hecho que ella va a ayudar a la Argentina.
–(Silencio)... Estados Unidos nos va a ayudar.
–¿Y Krueger?
–Krueger debe responder a quienes son sus mandantes. No está puesta ahí por un concurso.
–Entonces no es un cuco para este Gobierno.
–Nnnnnnnnnno. No es un cuco. Siempre ha tenido una muy buena relación con Lavagna. No veo por qué tiene que cambiar. A lo mejor, las negociaciones en manos de uno cambian de matices en manos de otros. Pero no tiene por qué variar.
–¿Esa es una apreciación del gobierno o personal?
–Es mía. Mire, cuando se hizo el “acuerdo corto”, en el mes de enero, Krueger ha tenido palabras elogiosas. Puede haber cuestionado algunas de las acciones pero su nombramiento no es una complicación para la Argentina.
–Krueger es la más dura entre los duros. Y Kirchner viene vaticinando que gradualmente aumentarán las presiones a la Argentina.
–Ella tenía una posición tomada sobre una Argentina que era otra Argentina. (NdR: en el 2002, durante el gobierno de Eduardo Duhalde dijo: “El FMI no es insensible, pero los argentinos todavía no están en condiciones de recibir un apoyo financiero”.)
–¿Y cuál es esta Argentina?
–Cuando Kirchner se reúne con Bush por primera vez, lo que le lleva es un manojo de palabras. ¿Qué tenía para darle? ¿Qué se le reclamaba a la Argentina? Políticas, fundamentalmente monetarias y fiscales. Y luego el secretario del Tesoro, John Snow y su segundo, John Taylor, más o menos al unísono, dicen: “Dejemos de lado la política monetaria y fiscal: hablemos de otras cosas”. O sea, todo lo que vos te propusiste ya es un hecho consumado y aceptado.
–Snow y Taylor nunca aparecieron como cucos de la Argentina. No es el caso de Krueger.
–Ellos son los Estados Unidos. Bush, Snow, Taylor. Son los Estados Unidos.
–No Krueger, a quien acá, en la propia Casa Rosada, han llamado inflexible, por decirlo diplomáticamente.
–Debe serlo, seguramente. Este es un Fondo que ha cambiado las características de su concepción. En los acuerdos de Bretton Woods se imagina al Fondo Monetario de otra manera. Era el que corregía las asimetrías de las balanzas comerciales de los países; vía políticas monetarias y fiscales se corregían las asimetrías. Hoy tenés un flujo de dinero, por afuera de las balanzas comerciales, cercano a los 1500 billones de dólares diarios.
–A este Fondo Kirchner le dijo hoy (por ayer) que se va a “plantar”. ¿Qué significa esto?
–Significa que la Argentina no puede pagar otra cosa. Con o sin Krueger. Esté quien esté, la Argentina no puede pagar otra cosa. Se ha esforzado en mostrar buena fe hasta dónde es capaz de pagar. Y en ese marco es donde uno más tiene la obligación de prestar atención. Todo lo que nos propusimos lo cumplimos.
–¿No hay nada para discutir?
–Todo lo que está alrededor lo discutimos. Pero dentro del marco de lo que Argentina pueda hacer. Suponte que Argentina hace lo que no puede hacer. ¿A dónde vamos a parar? Vamos a parar al default anunciado. Brasil tiene 1,25 más de superávit fiscal primario que la Argentina. Y eso le significó cero crecimiento. Nosotros queremos crecer.