EL PAíS
› IBARRA, JUEZ Y BINNER LANZARON UN ESPACIO PROGRESISTA
“Tenemos objetivos y principios”
El jefe de Gobierno de Buenos Aires, el intendente de Córdoba y el principal referente político de Rosario se reunieron en la capital mediterránea para comenzar a delinear un espacio político que buscará su lugar entre el oficialismo y la oposición. Sus legisladores coordinarán la actividad parlamentaria.
› Por José Natanson
“No somos un partido, no somos un ala del kirchnerismo, pero eso no significa que esto sea algo vacío. Tenemos objetivos y tenemos principios”, dijo Aníbal Ibarra. Ayer, junto al rosarino Hermes Binner y el cordobés Luis Juez, el jefe de gobierno porteño anunció el lanzamiento de la demorada transversalidad: un espacio de tono progresista, apoyado en la gestión de las tres principales ciudades del país, que le permita al trío fundador mantener cierta iniciativa política y evitar la voracidad del peronismo. El gran tema, claro, es la relación con el Gobierno, que ayer se intentaba definir con diversas fórmulas, como la de Ibarra (“no somos oficialistas por conveniencia ni opositores por convicción”) o la de Juez: “Vamos a decirle al presidente que tiene al lado a algunos impresentables, pero también vamos a apoyarlo cuando le dé con un caño a la hermana de Freddy Kruger”.
Desde que fue lanzada por Kir-chner, la idea de la transversalidad fue adquiriendo diversas interpretaciones. Convertido en el principal aliado extra PJ de la Casa Rosada, Ibarra nunca estuvo del todo cómodo con el concepto. Sin embargo, finalmente decidió utilizarlo para el armado de un nuevo espacio político. Lo hizo junto a Binner, el ex intendente socialista de Rosario que perdió la gobernación gracias a la Ley de Lemas; y junto a Juez, que enfrentó al candidato del PJ con un carisma pícaro y un puñado de frases bien cordobesas –“De la Sota es más peligroso que piraña en inodoro”–, obtuvo el 60 por ciento de los votos y se convirtió en la nueva estrella de la política provincial.
Ayer, en la conferencia de prensa en la que explicaron el proyecto, los tres dirigentes aseguraron que no se trata de un gesto efectista, sino del inicio de una búsqueda: como parte del plan, anunciaron que los senadores Vilma Ibarra, del Frente Grande, y Carlos Rossi, que ingresó por la lista de Juez, trabajarán coordinadamente, igual que un grupo de siete diputados de ambos partidos. Además, Ibarra, Binner y Juez volverán a reunirse a mediados de abril en Rosario junto a sus legisladores, y más tarde en la Capital. Finalmente, solicitarán una reunión con Kirchner para alcanzarle un conjunto de propuestas.
En cuanto a las características del nuevo espacio, dejaron en claro algunos puntos básicos. “Aprendimos de los errores y ahora vamos a construir de abajo hacia arriba”, explicó ayer Binner, en referencia a la frustrada experiencia del Frepaso y al objetivo de comenzar el armado a partir de las ciudades.
La idea es aprovechar el hecho de que los tres socios representan a los tres centros urbanos más importantes del país que, sumados, reúnen al 20 por ciento del padrón nacional. Cada uno a su modo, los tres se enfrentaron a los partidos tradicionales y lograron pasar la prueba. “No les tenemos miedo a los espacios de gestión y de gobierno”, explicó ayer Ibarra, en un párrafo dedicado al ARI de Elisa Carrió, que decidió autoexcluirse de la convocatoria luego de asumir una postura de oposición militante frente a Kirchner.
Además de la importancia de gestión, el trío se ocupó de destacar la búsqueda de una agenda propia de propuestas. En el documento elaborado ayer –que distribuyeron bajo el poco erotizante título “Carta liminar desde Córdoba”–, Ibarra, Binner y Juez subrayaron una cuestión fundamental: la reforma política. “Es un punto importante sobre el que Kirchner no puede avanzar porque está condicionado por la interna del PJ”, explicaba uno de los operadores de Ibarra.
Con el gesto, los tres dirigentes marcaron una diferencia sustancial con la Rosada, lo cual les permitió insistir una y otra vez con que –más allá de las coincidencias en temas como la renegociación de la deuda, la política de derechos humanos o el recambio en la Corte Suprema– el Gobierno y ellos no son la misma cosa. “No somos la pata no peronista de ningún partido”, sostuvo Ibarra. “Vamos a tratar de ocupar un espacio que hoy está vacante”, señaló Binner. “Este gobierno ha hecho muchas cosas que apoyamos, pero también tiene muchos funcionarios que buscan blanquearse, que se dan una mano de cal y reaparecen como si nada hubiera pasado”, redondeó Juez en la conferencia de prensa.
La jornada había comenzado temprano, cuando Ibarra aterrizó en Córdoba junto a su hermana Vilma, el jefe de Gabinete de la Ciudad, Raúl Fernández, y un grupo de diputados, entre los que se encontraban Margarita Jarque y Silvana Giudice. Juez lo esperaba en la municipalidad junto a Binner, que llegó solo por una cuestión interna: no obtuvo el aval institucional de su partido para participar del cónclave, por lo que lo hizo en carácter personal. Su sucesor en la intendencia, Miguel Lifschitz, decidió pegar el portazo.
Después de firmar un convenio por el cual el Banco Ciudad se comprometió a refinanciar la deuda de la ciudad de Córdoba, los tres dirigentes abandonaron el moderno edificio de la municipalidad para la primera actividad del día. Fue en Villa la Tela, un barrio carenciado en las afueras de Córdoba que hace dos meses fue arrasado por un tornado. Allí, bajo un sol asesino, Juez, Ibarra y Binner cortaron la cinta de un dispensario sanitario.
Mientras el intendente explicaba que la gobernación no le gira los fondos coparticipables y que tiene pocas posibilidades de hacer obras públicas, los operadores de Ibarra analizaban las consecuencias del encuentro. “Somos conscientes de que recién estamos empezando, pero en algún momento había que hacerlo. Todavía no sabemos cómo va a seguir, si Binner va a poder jugar en serio o si va a quedar limitado por la interna del socialismo. Juez tiene más libertad, pero apenas lo conocemos”, explicaba el operador ibarrista. Cerca, un amigo de Binner hablaba en términos parecidos. “La voluntad está. Hay que ver qué sale de todo esto”, explicaba. Más optimistas, los voceros de Juez evaluaban el futuro: “sabemos que el Presidente y el PJ nos están mirando. Al menos pudimos romper el aislamiento. No es mucho, pero por algún lado se empieza”, concluían.
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