Luego de la autocrítica realizada por la Armada, el titular de la Fuerza Aérea, brigadier Carlos Alberto Rhode, tomó distancia de esta revisión y dijo que durante la última dictadura “se cometieron horrores y errores, pero de ambos lados”. El brigadier consideró además que su fuerza “ya hizo la autocrítica en 1995”. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, calificó de “poco felices” esas expresiones, que a su criterio “reflotan la teoría de los dos demonios”. Y advirtió que el Gobierno las recibió como un gesto de desafío a la política de derechos humanos: “Las Fuerzas Armadas deben subordinar sus dichos a su comandante en jefe, que es el Presidente”.
El jefe de la Fuerza Aérea habló al término de un acto realizado el sábado en el aeropuerto de Las Higueras, en Córdoba, en el que estaba presente el gobernador José Manuel De la Sota.
El diario provincial La Voz del Interior transcribió ayer en los siguientes términos el diálogo del militar con los medios:
–¿La Fuerza Aérea va a hacer una autocrítica sobre su actuación durante los años de la dictadura?
–La Fuerza Aérea ya hizo la autocrítica en 1995. Si ustedes repasan los diarios de esa época van a encontrar los autocrítica de la Aeronáutica.
–De todas maneras se esperaba una ratificación...
–Desde ya que ratificamos la posición que mantuvo la Fuerza Aérea en esa oportunidad. Todo aquello que contribuya a esclarecer los hechos, nosotros lo vemos con buenos ojos.
–¿Qué había dicho en ese momento la Fuerza Aérea?
–No tengo presentes las palabras exactas que se emplearon en la autocrítica de 1995, pero sí se reconoció que se habían cometido errores y horrores, inclusive se habló de que fueron cometidos por ambos lados.
Las palabras de Rhode cayeron muy mal en el Gobierno, que prepara fuertes actos reparadores para el próximo 24 de marzo. Ese día, el Presidente anunciará oficialmente que la Escuela de Mecánica de la Armada se convertirá en un museo de la memoria. Al mismo tiempo, el Colegio Militar recibirá la orden de descolgar los retratos de los dictadores Jorge Rafael Videla y Benito Bignone, dos de sus ex directores.
Aníbal Fernández, quien ayer se ocupó de salir al cruce del brigadier Rhode, advirtió que “las Fuerzas Armadas deben subordinar sus dichos y sus actos a su comandante en jefe, que es el presidente de la Nación”.
“Si las Fuerzas Armadas hubieran actuado dentro de la ley, en lugar de hacerlo desde la ilegalidad, los argentinos nos hubiéramos ahorrado años de dolor y resentimiento”, agregó el funcionario.
El ministro formuló la réplica poco antes de partir rumbo a Italia. Al conocer el contenido de las declaraciones del brigadier Rhode, que le llegaron a través de los medios, marcó el contraste con la autocrítica realizada por el jefe de la Armada, almirante Jorge Godoy. El marino hizo la semana pasada un reconocimiento de los crímenes cometidos durante la dictadura, y sostuvo que “no pueden esgrimirse argumentos válidos para negar o excusar la comisión de hechos violentos y trágicos” en la ESMA.
En el Ministerio del Interior dijeron que el acto de Córdoba fue una actividad institucional común, realizada para inaugurar un nuevo sistema de seguridad en el aeropuerto Las Higueras, de Río Cuarto.
El tono de la intervención de Rhode fue recibido con sorpresa en el Ejecutivo nacional. Allí dijeron que se realizó una consulta al gobernador De la Sota, quien habría estado tan en ayunas como el resto sobre el pronunciamiento que preparaba el brigadier.