EL PAíS
› EL BRIGADIER RHODE SE ALINEO CON EL DISCURSO OFICIAL
Autocrítica de la autocrítica
El jefe de la Fuerza Aérea se rectificó. Dijo que fue una “expresión desafortunada” haber evocado la teoría de los dos demonios.
El titular de la Fuerza Aérea, Carlos Rhode, tuvo que rectificar sus declaraciones del sábado y demostró que no hay espacio para enarbolar la teoría de los dos demonios. El brigadier aseguró que su referencia a que durante la última dictadura militar hubo “errores y horrores de ambas partes” fue una “expresión desafortunada” que refleja “sólo una evocación parcial de lo ocurrido en el país durante los años recientes”. En un texto difundido ayer, el jefe de los aviadores rechazó “categóricamente el accionar ilegal de las fuerzas estatales”.
En el comunicado que dio a conocer ayer, Rhode señaló que “con el propósito de ser precisos y evitar malas interpretaciones”, deseaba “reafirmar la voluntad, tanto personal como institucional, de rechazar categóricamente el accionar ilegal de las fuerzas estatales” y se comprometió a “consolidar el imperio de la verdad y la justicia como único camino para alcanzar la plena convivencia social”. El brigadier añadió que hacía “propio el ideario del presidente de la Nación” y que en “la Fuerza Aérea la autocrítica debe ser permanente”.
El jefe de la Fuerza Aérea había hablado el sábado con la prensa al término de un acto realizado en el aeropuerto de Las Higueras, en Córdoba. En esa ocasión, proporcionó una visión diferente de la última dictadura militar. “La Fuerza Aérea ya hizo la autocrítica en 1995. Se reconoció que se habían cometido errores y horrores, inclusive se habló de que fueron cometidos por ambos lados.” Las declaraciones contrastaron con la autocrítica que había realizado el miércoles el jefe de la Armada, Jorge Godoy, durante un acto de homenaje al almirante Guillermo Brown. Godoy reconoció que en la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) se habían cometido hechos “calificados como aberrantes y agraviantes a la dignidad humana, la ética y la ley”.
Las palabras de Rhode, que significaban un retroceso en relación a las de Godoy, cayeron muy mal en el Gobierno. Fue el ministro de Interior,
Aníbal Fernández, el encargado de salir a contestar. “Las Fuerzas Armadas deben subordinar sus dichos y sus actos a su comandante en jefe, que es el presidente de la Nación. Si las Fuerzas Armadas hubieran actuado dentro de la ley, en lugar de hacerlo desde la ilegalidad, los argentinos nos hubiéramos ahorrado años de dolor y resentimiento”, afirmó.
El reto público de Fernández hizo que el jefe de la Fuerza Aérea reconsiderara su posición. Después de una reunión con la cúpula de brigadieres, repartió un comunicado de prensa en el que calificó como “desafortunadas” sus propias declaraciones y aclaró que deseaba “reafirmar la voluntad tanto personal como institucional de rechazar categóricamente el accionar ilegal de las fuerzas estatales”.
“Respecto de recientes declaraciones efectuadas en relación con la postura de la Fuerza Aérea Argentina, el señor jefe de Estado Mayor reconoce que la referencia a ‘errores y horrores por ambas partes’ es una expresión desafortunada formulada por la conducción del Arma en 1995, que refleja sólo una evocación parcial de lo ocurrido en el país en los años recientes”, señaló.