“Seguramente se va a hablar del aborto”, admitió ayer el canciller Rafael Bielsa sobre la reunión que hoy mantendrá con Juan Pablo II y hasta adelantó lo que dirá al respecto: “La Argentina –adelantó– tiene una respuesta muy enfática que dar y es su propia legislación que lo penaliza”. Sin embargo, el objetivo que se plantea Bielsa para el encuentro va más allá de eso y pasa por conseguir el respaldo del Vaticano a la posición que fijó el gobierno de Néstor Kirchner en la negociación por la deuda externa.
En la media hora que estará con el Papa en su biblioteca privada, Bielsa le explicará la crisis socioeconómica que atraviesa el país y también le dará detalles del trato que la Argentina acaba de cerrar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar el default. Ese tema estuvo presente en todo momento en la visita que el canciller realiza desde el lunes pasado a Roma. Bielsa acompañó desde allí la negociación que Kirchner y Roberto Lavagna condujeron en Buenos Aires y no sólo se reunió para tratar el asunto con su par italiano, Franco Frattini, sino que también se comunicó con el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, y con el canciller francés, Dominique De Villepin.
El encuentro entre Bielsa y Juan Pablo II está agendado para las 11 de la mañana de Roma y durante su transcurso se analizará la posibilidad de que el propio Kirchner visite al Papa a mediados de año. A la audiencia concurrirán el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y el embajador argentino en el Vaticano, Carlos Custer. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, se sumará en el tramo reservado a los saludos junto con el resto de la delegación de funcionarios que se encuentra en la capital italiana.
Bielsa tiene razones para suponer que en la reunión con el Papa surgirá el tema del aborto: el 28 de febrero pasado el mismo Juan Pablo II, al recibir las cartas credenciales de Custer, exhortó al Gobierno a “custodiar con esmero el valor de la vida humana desde el momento de su concepción, atajando prontamente los múltiples intentos de degradar, más o menos veladamente, ese bien primordial”. La exhortación se produjo en medio de la polémica con la Iglesia por la nominación de la jurista Carmen Argibay para integrar la Corte Suprema de Justicia.
“No sé si la cuestión se va a dar en términos de nombres”, especuló Bielsa, pero dio por hecho que el Papa no dejará pasar la oportunidad sin tocar el tema del aborto y anticipó qué le dirá: “Más allá de las personas, la Argentina tiene una respuesta muy enfática que dar y es su propia legislación: la legislación penaliza el aborto y que yo sepa no hay ningún proyecto gubernamental orientado a modificar esta decisión”.
Después de reunirse con el Papa, Bielsa mantendrá una audiencia con el secretario de Estado del Vaticano, Angelo Sodano. Allí estarán también el sustituto para los Asuntos Generales, el arzobispo argentino Leonardo Sandri, y el secretario para las Relaciones con los Estados, Giovanni Lajolo. Junto con su comitiva el canciller analizará con ellos diversos asuntos bilaterales, entre los que figuran el financiamiento del culto católico, cuestiones vinculadas a la educación y aspectos relacionados con el desarrollo científico.